Sinner - SunKi♡

XXVIII

Hagamos como si no hubiera dejado un año este fic.

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-¿Tengo que ir de blanco?- Sunoo se negaba a hacerlo de la manera tradicional, había roto tantas reglas de la iglesia, que ya no le interesaba romper una más.

-Te queda mejor- dijo Jungwon, viendo a Sunoo probarse los trajes para su boda, sí, iban a casarse en tres semanas, a dos meses del nacimiento de su primer hijo o hija, talvez único.

Ya que su vientre ni se notaba, aunque Sunoo quería que sí, pues le emocionaba saber que pronto la unión de su amor con Ni-ki tomaría forma en una frágil y pequeña vida.

-Mierda, sí me veo mejor de blanco- se probó un traje blanco justo después de uno negro, no lo podía evitar, le quedaban bien todos los colores pero el blanco le hacía aún más lindo.

Mientras que en ese momento, en Japón, Jay, como buen amigo millonario, viajó hasta donde Ni-ki estaba estudiando para elegir con él su traje de bodas.

-Creo que Sunoo se ve mejor de blanco- dijo Ni-ki mientras se colocaba un traje de tres piezas encima de una camisa blanca.

-Tu igual, deberían hacer una fiesta temática, tu y Sunoo van de blanco y todos los demás de negro, así resaltan entre todos.

-No es algo muy grande, Jay, sabes que solo seremos gente cercana- salió del vestidor, con un traje blanco de igual manera -a parte, probablemente Sunoo quiera romper el sistema y llevar algo negro.

-Jungwon le dirá que se ve mejor con blanco.

Conocían tan bien a sus parejas.

-¿Crees que es muy pronto?- Ni-ki dijo mirándose al espejo, siquiera tenían 25 años.

-Ya lo marcaste broder, eso te va a unir más a él que un matrimonio, a parte lo dejaste en cinta, creo que el matrimonio venía antes, pero cada quién.

-¡Hey!- Ni-ki golpeó su brazo -Yo no me refiero al orden, me refiero a que si él me propuso matrimonio solo porque seremos padres.... si yo no lo hubiera marcado... talvez... no lo sé.

-¿No querías hacerlo?

-¡No!- dijo Ni-ki de manera rotunda -yo siempre quise, dese que lo conocí, pero pensé que cuando esa parte de mi plan se haga realidad, estaríamos ambos con trabajos estables, una casa y viviendo juntos al menos dos años antes de tener un hijo... e-es que...

-¿Qué pasa?

-Tengo miedo- dijo mirándose en el espejo, con el traje de bodas, con el anillo de compromiso en su mano, que pronto sería reemplazado por uno más significativo.

-Eso es raro.

-Es que... ¿Qué pasa si no lo hago bien?- cerró sus ojos, suspirando en el acto -¿Qué pasa si por mi culpa nuestro hijo crece de manera inestable? ¿O si fallo como esposo?- miró sus manos -¿Qué pasa si cometo los errores de nuestros padres? ¿Cómo sé que no voy a equivocarme como ellos?- sus manos temblaban.

-No lo sabes- dijo Jay, tomando una copa de sidra, esa que te dan cuando vas a probarte trajes de boda, la que acompaña a los invitados -no puedes saber qué va a pasar en el futuro.

Ni-ki se quedó mirando sus manos un momento, hasta que Jay volvió a hablar.

-Solo puedes confiar en que darás lo mejor de ti- miró a Ni-ki -no somos perfectos, tampoco nacimos para serlo, nadie le enseñó a nuestros padres como ser padres, pero nos enseñaron cómo no queremos ser cuando seamos padres.

Ni-ki se quedó callado, Jay siempre era un bromista, pero cuando se ponía serio, era otra cosa totalmente distinta.

-Muchas veces, queremos dar el 100% de nosotros todos los días, pero ¿Qué pasa cuando nuestro 100% solo es 60?- dejó la copa de sidra en la bandeja -No está mal fallar, tampoco está mal darte descansos, si diste 50 y tu 100% era 60, igual está bien.

-Pero--

-Sunoo te ama- dijo con una sonrisa -te ama tanto que dejó todo lo que conocía solo por ti, está tan seguro de querer pasar el resto de su vida contigo que él te pidió matrimonio, está tan seguro de haberte elegido para ser el padre de su hijo o hija, que cada vez que tocamos el tema, cuando se refiere a tí sobre el bebé no dice "Ni-ki quiere" sino dice "su papá quiere", él está tan confiado en todas tus habilidades, que confía la vida de su hijo en tus manos ¿Qué más necesitas para saber que lo estás haciendo bien?.

-Yo... no lo vi de esa manera.

-Claro que no, eres un tonto a veces- empezó a comer una galleta -Entonces ¿Traje negro o blanco?

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-Cuando Ni-ki venga a Corea otra vez, empezaremos a vivir juntos- dijo Sunoo, colocándose uno de los últimos trajes que había en mostrador -¿Lo imaginas?- dijo hacía Jungwon quien estaba por su tercera copa de sidra -Él llegando del trabajo, mientras lo espero en casa junto a nuestro cachorro... con comida lista, que hice en media hora porque cociné tarde... trabajando desde casa en las tardes, él en las mañanas y turnandonos para cuidarlo... o cuidarla- alegó con una sonrisa.

-Siempre quisiste una vida así.

-Sí ... ahora tengo una oportunidad- salió del vestidor, para verse en el espejo, pero primero vió a Jungwon, quien se quedó callado unos segundos antes de pararse.

-Esperame, no te atrevas a voltearse, dame diez segundos- se dio la vuelta -¡Nada de voltearse!

Sunoo miró cómo empezó a correr con una sonrisa y en menos de 10 segundos, estaba otra vez con él.

-Cierra los ojos- dijo con una sonrisa.

-¿Por?

-Solo hazlo- y cuando cerró los ojos, colocó sobre su cabeza, un lindo y largo velo, haciendo que Sunoo se voltee.

El traje que llevaba, tenía un pantalón blanco de tela, ceñido en la cintura, junto a una camisa ajustada como corsé en la cintura combinando con el pantalón y dejando la parte de las mandas holgadas por si se quería sacar el saco, el cual era uno de igual color blanco, con detalles plateados y dorados con perlas y cristales, con una cola algo larga, sin cubrir sus muslos.

Cuando el omega abrió sus ojos, sintió cómo si sus manos empezarán a temblar.

-Y-yo...

-Te ves tan lindo, como todos los días, pero esta vez lo eres más- Jungwon arregló su pelo -Yo puedo maquillarte, sé que no te gusta que otras personas estén muy cerca de ti.

-Sí... p-pero... no puedo pagarlo... y-yo no tengo tantos ahorros y--

-No te preocupes por eso- le guiñó el ojo -tómalo como regalo de bodas.

-Tú...

-¿Te gusta mi regalo?

Entonces Sunoo se abalanzó a abrazar a su primer y único auténtico amigo, con quien podía hablar de toda clase de cosas, sin temor a ser juzgados, sin tabús, ser él mismo.

Eso era ser un amigo.

-Voy a casarme...

-Vas a casarte...

-¡Voy a casarme!

-¡Vas a casarte!

Cami~