Sinner - SunKi♡

XIII

-Me gustas tanto-  Ni-ki repartía besos en todo el rostro de Sunoo, en ese momento estaban en la habitación de Ni-ki, según harían un trabajo final de geografía.

Hace tres semanas que habían vuelto a Seúl, faltaba solo un corto tiempo hasta que  terminaran las clases y finalizara la secundaria.

-Ni-ki, vamos, falta poco para terminar.- estaba sentado en las piernas de Ni-ki sin escapatoria u opción a salir de ahí.

-Es una maqueta, podemos terminarla después- sus manos acariciaban el estómago de Sunoo, suavecita y blandita, tenía una pancita de bebé, solía acostarse ahí, era como una suave, blandita y calentita almohada de algodón.

-Si terminamos ahora... tendremos más tiempo después- así es como puede controlar a Ni-ki.

-¿Podré darte besos si acabamos rápido?- parecía un cachorro emocionado por un premio.

Sunoo solo asintió y entonces las manos de Ni-ki se alejaron de la piel de Sunoo hasta el pegamento para terminar de pegar algunas montañas y árboles, trabajó muy rápido hasta sorprendiéndose a sí mismo de haberlo acabado en menos de 10 minutos.

-Lo prometiste, ahora no te puedes negar- alzó a Sunoo y lo acostó en la cama y sin esperar respuesta alguna, besó sus labios.

-T-tu mamá está en casa.

-Pero en la sala- sus manos se guiaron a su cintura empezando a levantar su sweater para poder acariciar su piel.

La mamá de Ni-ki, su padre igual, sabía que Sunoo era el omega que le gustaba, desde hace años que sabían, pero también sabían que la familia de Sunoo era tan apegada a la iglesia que su hijo sufriría por ese amor, al menos hasta que dos noches después de que Ni-ki haya regresado del campamento, su hijo les dijo que trataba de salir con Sunoo y que por nada del mundo le digan a los padres del omega.

Claro que ambos aceptaron mientras esos dos adolescentes sean felices juntos.

-N-no se vale- Sunoo se quejaba debajo de aquel alfa. -Tú terminaste el trabajo rápido a propósito.

-¿No debía ser así?- besó y susurró cerca de su oreja.

-Ese... no era el plan- una corriente eléctrica corrió por si columna vertebral al escuchar su voz tan cerca de él.

-Entonces hagamos que si- sus manos se adentraron aún más dentro del sweater de Sunoo bajando sus besos por su mandíbula llegando a su cuello dejando besos y muy suaves mordidas por todo ese lugar

-B-beso... quiero un beso... 

-Claro que si.

Sus labios chocaron, se movían de un lado a otro con desespero pero a la vez era tan delicado, cada uno de los chasquidos que provocaba el beso, hacía que ambos se centren más en el otro.

Las manos de Sunoo subieron paseándose por los brazos de Ni-ki hasta su nuca para acercarlo aún más diciendo un "bésame más" sin siquiera pronunciarlo.

Parecía  que el beso no tendría fin, las piernas de Sunoo estaban inquietas en su lugar  y los brazos de Ni-ki abrazaban y  acariciaban el delgado cuerpo del omega.

-¿Puedo avanzar un poco más?- las manos de Ni-ki estaban ansiosas de poder seguir al menos un poquito más.

El omega no habló, pero asintió con las mejillas rojas y la respiración entrecortada.

Pero antes de que la mano derecha de Ni-ki toque el pecho de su menor, la puerta fue tocada.

-Hijo, traje galletas, coman antes de que se enfríen- al menos su madre tocó la puerta y no entró directamente como Jungwon lo había hecho en el campamento.

Ni-ki gruñó separándose de Sunoo arreglando su cabello y ropa antes de abrirle la puerta a su madre.

-Gracias, mamá- abrió la puerta con una sonrisa aceptando las galletas caseras hechas por su madre.

-Recuerda que son muy jóvenes para tener un niño-las feromonas se habían descontrolado un poco de la habitación -así que usen siempre un co--

-¡Gracias por las galletas!- y cerró la puerta con sus orejas rojas.

Ni-ki se sentó al lado de Sunoo, ambos estaban avergonzados, pero se miraron y rieron alzando las galletas para comerlas.

Amo estar contigo.

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Cami~