XX

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-Eres tan lindo- Ni-ki besaba las mejillas de su omega, estaban solos en su habitación, en la de Sunoo.

-Lo sé, lo sé- solo se dejaba besar y abrazar.

Ni-ki, en medio de los besos, metió su mano a la remera de Sunoo.

-Oiga- Sunoo se apartó, eso sucedió de la nada -Ya ni avisas.

-Es que tu pancita está calentita- como un niño pequeño pidió que Sunoo se volviera a acercar.

-Solo ahí- de pocos minutos, Ni-ki ya estaba dormido, mientras que Sunoo no podía conciliar el sueño, pues la mano de Ni-ki se paseaba en todo su torso con lentitud y cariño.

Sunoo se quedó despierto mientras Ni-ki dormía tan amenamente a su lado.

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-¡Estoy tan emocionado!- Sunoo tomaba la mano de Ni-ki mientras caminaban por la calle.

Este era el primer desfile del orgullo que Sunoo sería parte, habían tantas personas con esa bandera de muchos colores, Sunoo también traía una remera con esa temática y unos tenis blancos con agujetas de colores.

Ni-ki traía dos pequeñas banderas, una que utilizaba como cinturón y otra que estaba atada a su brazo.

-Nos falta color, ven, ven- estaban cerca a unas colinas, como parques recreativos, Sunoo sentó a Ni-ki ahí y sacó de su mochila sombras de ojos y delineadores, se sentó encima de las piernas de Ni-ki y empezó a pintar su rostro con varios colores, especialmente sus mejillas que pintó dos arcoíris y en sus párpados colocó brillo celeste.

Ni-ki solamente se dejaba hacer, apoyándose en sus manos para que Sunoo pueda proseguir su trabajo con total libertad.

-Listo, ahora me toca- Sunoo cerró sus ojos con una sonrisa.

Ni-ki tomó el maquillaje en sus manos, con mucha delicadeza empezó a aplicar diferentes colores en las mejillas de Sunoo, para que quede como él mismo, en sus párpados colocó un rosa brillante, el color favorito de Sunoo.

-Listo...

Sunoo abrió sus ojos encontrándose con los de Ni-ki, pronto sus manos lo hicieron al igual que sus labios.

Era un toque tan delicado, tan bonito y cariñoso, cualquiera que siquiera lo viera, podría asegurar que en ese beso no había más que amor, cariño y seguridad.

-Ni-ki, te amo.

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-¡Esto es otra onda!- Sunoo estaba encima de un carro alegórico con Ni-ki a su lado, tenía una cerveza en su mano, que Ni-ki cuidaba, y todos a su alrededor eran como él.

Podía ver a una que otra persona en las calles que los miraba con desaprobación, pero no podía importarle menos a Sunoo, al menos hasta que sus padres estaban entre esas personas.

Se dio cuenta que sus padres lo reconocieron entre tantas personas y sin temerle al éxito atrajo a Ni-ki del cuello para besarlo, esta vez con total intención de que sus padres los vean.

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-¡Hoy fue maravilloso!- Sunoo dejaba sus cosas en el cuarto de un hotel, el desfile terminó más tarde de lo que creía y lejos de su casa, por lo que optaron por rentar una noche en un hotel.

-Me alegra que te haya gustado- Ni-ki estaba algo ido, tenía que decirle algo a Sunoo... pero no sabía cómo.

-Todas esas personas fueron tan lindas y amables.

-Sunoo...

-¿Sí?

-Tengo que decirte algo- parecía triste de anunciar esa noticia.

-Claro, dime, dime- con agua micelar despintaba las mejillas y ojos de Ni-ki.

-Papá tuvo un ascenso.

-¡Que bueno!- se alegró por la familia de su alfa, ahora desmaquillaba su propio rostro.

-Pero no es aquí.

-Es algo común que tengas que mudarte de un extremo de la ciudad a otro por trabajo.

-Sunoo... no es en este país.

El omega no respondió, se quedó congelado en su lugar.

-Solo serán cuatro años, papá me prometió que si ellos talvez no vuelvan, me enviarán dinero para terminar aquí la universidad.

-P-pero...- por fin estaban siendo felices, por fin estaban siendo libres.

-Vendré a visitarte en mis vacaciones, y en cuatro años volveré para estar contigo- tomó su mano.

-¿C-cuándo partirán?

-En dos meses... no quería decirte más antes, quería que fueras feliz hoy... pero creo que ya lo arruiné.

Las lágrimas del omega no se hicieron esperar, pronto empezaron a correr por sus mejillas, no es que le moleste que este vaya con su familia, sino que lo ponía triste el no poder estar con él por cuatro años.

-Quiero que  estos meses seas muy feliz, quiero poder hacerte muy feliz- Ni-ki abrazó a su omega, lo envolvió en brazos calmando sus tristezas. -¿Me dejas hacerte feliz?.... ¿Me dejas ser tu novio?

-P-pensé que ya eras- se aferró al torso del alfa aún con sus ojos soltando lágrima tras lágrima. -Obvio que si, alfa tonto.

Sus labios chocaron, besos cortos y cariñosos, abrazos delicados y calurosos.

Esa noche ambos unieron sus cuerpos, pero no era simple sexo, un acto tan hermoso como el que sucedió merecía un título más lindo, ellos hicieron el amor.

No importa cuán lejos esté de ti, nuestro amor no se romperá.











Cami~



Sinner - SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora