What's This?

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Vaggie no sabía qué pensar, ¿Cómo demonios había terminado un pétalo dentro de su sistema? ¿Se comió una flor sin darse cuenta? ¿Se volvió sonámbula y no le hizo digestión? ¿Charlie se había puesto a experimentar otra vez con la comida?

Es que no tenía sentido, el pétalo parecía intacto, incluso era suave al toque, tenía un color rojo brillante, pero su contorno era amarillo, era bastante lindo, pero no lo entendía. ¿Cómo llegó ahí?

Demasiadas cosas para entender en una sola noche y las actividades del día la habían dejado agotada. Prefirió dejar el pétalo sobre su cómoda e ir a dormir, ya mañana se encargaría de averiguar qué significaba todo eso.

La mañana llegó y ella salió de su cuarto rumbo a la biblioteca del edificio, algo debía haber al respecto. Charlie le contó que había empacado unos libros del estudio de su padre antes de mudarse, definitivamente tenía que haber algo.

A medio camino se encontró a la rubia, aún con su pijama y rostro de recién levantada, su cabello apuntaba a todas direcciones. De igual forma, sonrió al verla.

- Hey, Vaggie. ¿Qué haces despierta tan temprano? - Le dió un corto abrazo a modo de saludo.

- Oh, yo... Solo pensé que sería un buen día para leer. - Realmente no estaba segura de querer decirle a Charlie sobre su extraña condición. - ¿Qué hay de ti? Parece que hiciste un esfuerzo extra para salir de la cama.

Charlie rió. - Tienes razón, esas sabanas me llamaban. Pero, tristemente, papá llamó más fuerte. - soltó un profundo suspiro.

- ¿Hablas de Lucifer? - Charlie la miró divertida.

- Claro, ¿Qué otro padre tengo? - Vaggie rodó su ojo, dándole un leve golpe a la rubia. - Al parecer papá necesita decirme algo importante, así que iré al castillo, ¿Estarás bien estando sola unas horas? Es decir, podrías venir conmigo, pero no sé si se te haga aburrido o incómodo, o si no quieres estar sola, yo-

- Charlie, no soy una niña. Ve tranquila, yo estaré bien. - La conmovía que se preocupara tanto por su bienestar.

- Está bien, pero si sucede cualquier cosa, solo tienes que llamarme, ¿De acuerdo? Vendré de inmediato.

- Si, si. Lo tengo. Ahora vete a alistar o se te hará tarde. - Le dió un leve empujón hacia su cuarto.

- Si, mamá. - La rubia le sacó la lengua antes de desaparecer tras su puerta.

Vaggie rió para si misma, ahora podía retomar su camino a la biblioteca. En cierto modo la alegraba poder tener sus sentimientos a raya y seguir hablando normalmente con Charlie, pero también se preguntaba qué pasaría si eso saliera a la luz. ¿Cambiaría su relación? ¿Charlie sentiría lo mismo? ¿Se sentiría incomoda estando a su lado? ¿La alejaría?

No pudo seguir pensando, otro fuerte dolor llegó, haciendo que casi caiga al suelo, la tos volvió, sentía esa incomodidad en su garganta, como si tuviera algo atorado que evitaba que respirara. Siguió tosiendo hasta que otros dos pétalos, iguales al de la noche anterior, salieron de sus labios.

Los tomó con cuidado, guardando los en su bolsillo, y apresuró su paso. Cuando llegó a su destino, tomó todos los libros que creyó podían serle útiles; Biología angelical, enfermedades y más, alimentos y sus nutrientes, alergias, virus del infierno, etapas de la pubertad, enfermedades mortales, diferencias entre angeles y demonios, todo lo que necesitas saber sobre los humanos. Esos fueron algunos de los titulos que revisó, pero nada hablaba de seres escupiendo flores, o repentinos dolores. ¿Y si se estaba muriendo? ¿Qué pasaría si resultara tener alguna cosa mortal?

Fading [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora