I'll Always Love You

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Final Alternativo 1

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Charlie se apresuró en llegar al sobre, notando unos filosos pétalos rojos bañados en ese extraño líquido dorado guardados dentro de uno de los cajones, no sabía si estaba abierto a propósito o lo había olvidado, pero eso logró que la rubia se hiciera una aterradora idea de lo que estaba pasando.

Con mucho más miedo que antes, abrió la carta, el amarillo dominaba sobre el papel; los ojos de Charlie se enfocaron en la perfecta caligrafía de Vaggie.

"Charlie, mi gran amor.

Esta no era la forma en la que quería que lo descubrieras, muchas veces me imaginé cómo pudo ser la escena, qué plan habría hecho para que fuera una velada perfecta, o tal vez habría hecho pequeños movimientos discretos, ya sabes, para tantear el terreno. Pero al final, todo se quedó solo en ideas.

Todo pasó en cuestión de horas, no tuve tiempo para decidir, tal vez esta tampoco sea lo mejor, pero ya no puedo aguantar más el dolor, me está consumiendo día a día, siento como mi cuerpo se debilita, como mis piernas parecen no resistir más mi peso, como levantar un simple libro requiere todo mi esfuerzo. Sabía que tenía poco tiempo, pero no pensé que las cosas se complicaran en cuestión de días.

Bueno, creo que lo mejor será explicarme. ¿Recuerdas todas las veces que tuve que aferrarme a tí para no caer? No eran solo esos desvanecimientos, tampoco eran recientes. Llevaba meses con ese malestar, solo que no había sido tan fuerte o continuo como la primera vez que me viste, pensé que era alguna alergia o que aún no me recuperaba por completo del ataque del ángel, y lo dejé pasar. Pero eso no era todo, a medida que el tiempo pasaba, más cosas iban apareciendo; comencé a sentir que mi garganta de obstruía, que algo me rasgaba por dentro. Los ataques de tos eran muy violentos, no paraban hasta que dejaba salir pétalos rojos.

Esos pétalos... Realmente me confundió cuando lo ví, pensé que había comido algo raro sin notarlo, pero nada se me venía a la cabeza. Eran raros, pero extrañamente atrayentes, el pétalo era demasiado suave al tacto, y tenía un brillante color rojo con un contorno amarillo que casi parecía que brillaba.

Era un dolor desconocido, pero hermoso. Pero ese sentimiento no duró mucho, cuanto más tiempo pasaba, más fuertes se volvían, más rígido, los bordes eran demasiado afilados, sentía cómo cortaban mi garganta al querer expulsarlos. El amarillo en sus orillas ya no era propio, ese toque brillante ahora era causado por mi sangre bañando los pétalos. Fue ahí cuando realmente me comencé a preocupar y a buscar al respecto.

Puede que en este punto ya lo hayas notado, pero quiero confesartelo igualmente. Sí, mi sangre es dorada, igual a la de los ángeles, porque soy una de ellos.

De nuevo, no era esta la manera en la que quería que te enteraras. Muchas veces estuve cerca de decirlo, pero no encontraba el valor, tenía miedo, mucho miedo de perderte, de que me odiaras, de que me vieras con los mismo ojos con que los veías a ellos. No intento excusarme, y lamento profundamente haberte mentido, solo quería explicarte mis razones y suplicar el perdón de tu corazón.

Nunca tuve intenciones ocultas, todo lo que pase contigo, todo lo que hice y dije fue sincero, todo lo que hay en esta carta es desde lo más profundo de mi ser. Por favor, no creas que eso fue mentira, porque no lo fue, y son los recuerdos que atesoraré y tendré en mi memoria hasta mi último respiro.

¿Recuerdas también esa visita que hicimos al hospital? Cuando el doctor te pidió salir, me dijo cuál era la causa de todo mi malestar. Realmente no recuerdo el nombre que me dijo, pero es conocido con la enfermedad de amor no correspondido. Así que lo digo directamente ahora, tú eres ese amor.

Fading [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora