I'm Fading

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- ¿El haka-qué?

- Hanahaki. - Repitió el doctor. - Es una enfermedad muy extraña, no siempre se desarrolla aunque su causa es bastante común.

- ¿Es eso lo que tengo? .... ¿Hakanaki? - Vaggie parecía perdida en sus propios pensamientos, nunca había escuchado ese nombre.

- Hanahaki. - Volvió a corregirla. - Eso es lo que sospecho, pero vamos a comprobarlo, necesito que te pares detrás de esa pantalla.

Vaggie hizo caso, siguió las ordenes del doctor y se quedó muy quieta. Luego regresó a su silla mientras el demonio revisaba los nuevos papeles en sus manos, su expresión no hizo más que aumentar su ansiedad.

- ¿Qué pasa? ¿De qué se trata todo esto?

- Muy bien, esto lo confirma, y enserio lamento eso.

- ¡Por Dios, hable claro maldita sea! Deje los misterios y dígame de una puta vez qué es lo que tengo.

- Calma, calma. Observa. - Le extendió los documentos, dejando que viera una radiografía de sus pulmones, pero había algo peculiar, una enorme flor se encontraba dentro de ellos. Los pétalos se apretaban dentro del órgano, lo que parecían sus raíces se unían alrededor de su tráquea.

- ¿Qué es... Esto?

- Eso, querida niña, es el Hanahaki Desease. Como te decía, es una extraña condición donde una flor comienza a crecer dentro de los pulmones del paciente. Todos tus síntomas se deben a que finalmente ha florecido, lo que quiere decir que la enfermedad esta en su etapa final.

- Etapa final... ¿Osea que si me voy a morir? - Ya no sabía ni cómo reaccionar, solo estaba intentando retener la información.

- Pues... Me gustaría decir que no, pero la probabilidad es bastante alta. - Vaggie lo miró, su ojo demasiado abierto por la impresión. - Verás, esta enfermedad es causada por sufrir de un amor no correspondido, por eso pude intuir que la princesa tenía algo que ver en tu condición.

- Pero... - Realmente no sabía cómo reaccionar al respecto, pensar que algo tan hermoso como el amor pudiera causar tanto daño... - Esto... ¿Tiene alguna cura?

- Afortunadamente sí, pero no es una decisión facil de hacer.

- ¿Por qué? ¿Qué debo hacer? - Sabía que debía tener alguna opción, pero no conocía el precio.

- Bueno, hay tres formas en las que pueden terminar los pacientes de esta enfermedad. En el caso más favorable, tus sentimientos son correspondidos, si eso pasa, la flor y todos los malestares causados por ella desaparecerán en el instante. En el más desfavorable, el tiempo seguirá pasando, la flor irá absorbiendo cada vez más de tu energía, debilitándote hasta el punto de no poder caminar; los pétalos serán más grandes y rígidos, cortando tu interior cada vez que deseen salir; las raices se extenderán hasta cubrir todos tus órganos, dificultando que puedan cumplir su función. Puede que sufras algún paro cardíaco o tus vías respiratorias sean totalmente obstruidas, lo que pase primero, pero el final será el mismo.

Vaggie no sabía en qué momento las lágrimas habían inundado su rostro, esto no podía estarle pasando, ¿Cuánto más debía sufrir hasta que el destino estuviera satisfecho? ¿Qué maldad había hecho para merecerlo?

- Si... Si confesara mis sentimientos... ¿Ayudaría en algo?

- ¿Sinceramente? Sería una situación 50/50, si eres correspondida podrás curarte de inmediato, pero si recibes el rechazo directo, puede que la flor te acabe en ese momento. - El médico recordaba todos los casos que había atendido de esa enfermedad, lastimosamente, aún no conocía ninguno exitoso. - Tampoco puedes arriesgarte a contar tu condición, si la otra persona acepta por lástima, la flor lo sabrá y seguirá matándote lentamente.

Fading [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora