Nuevo dueño

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—Entonces si es la amante de Makarov— Mas que una pregunta aquello había sido una confirmación. Si antes sentía que no la agradarías, ahora con mayor razón lo creía. 

—Todo su historial es normal, nada importante en realidad— Le entrego a Price un expediente lleno de toda la información que logro recolectar de ti. Básicamente un civil promedio, cuyo única cosa destacable era el haberte relacionado con Makarov y hacerte su amante. 

—Bueno, pronto Makarov se dará cuenta que le falta algo y tendrá que salir de su escondite— arrojo los papeles sobre el escritorio. 

—¿Qué haremos con ella mientras tanto? Sabes que en realidad no deberíamos ni siquiera de haberla detenido, es ilegal. No tenemos nada en su contra— le recordó seriamente.

—¿Y quien va a preguntar por ella?...Si se relaciona con terroristas, debe atenerse a las consecuencias. Debería agradecer que no la matamos en el lugar— Era evidente la frustración que formaba parte de él desde la perdida de su sargento.

—John, entiendo que estés enojado, pero recuerda que hay formas de hacer las cosas— Laswell siempre trato de ser la voz de la razón para su amigo. Generalmente Price siempre fue un hombre centrado, pero después de la muerte de Soap, muchas cosas habían cambiado y desgraciadamente, no para bien. 

—No voy a contenerme mas, Kate— fue su ultima palabra hasta de salir de la oficina y dirigirse a cierta sala, en donde tenían recluida a su "invitada".


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Cuando la puerta se abrió te asustaste, tenias miedo de saber que harían estas personas contigo. Desde que te llevaron ahí, nadie te había dado alguna explicación. 

Reconociste inmediato al hombre que entro, era el mismo que te había sacado de tu escondite y te llevo ahí. Un hombre bastante alto, mas que tu con facilidad, ojos azules, con una barba bien definida y ese sombrero que te recordaba a los que usaban los pescadores.

—¿Por que me tienen aquí? Yo no he hecho nada— Decidiste ser la primera en hablar y enfrentarlo. 

—Tu no eres quien hace las preguntas, estas aquí solo para responder— La forma en que te hablaba era fría, podrías jurar que te odiaba aunque estabas segura que nunca antes se había visto. 

—Si estoy detenida deben decirme el porque y dejarme llamar a un abogado o a mi familia— No te dejaste intimidar, ya tenias suficiente con estar bajo el yugo de Makarov como para ahora también estar a merced de este desconocido. 

—No estas entendiendo la gravedad de tu situación...te lo pondré de una forma sencilla para esa mente tuya— En su rostro se dibujo una sonrisa de lado, amarga, sarcástica — Mientras tu calientas la cama de Makarov, el asesina inocentes ¿Eso te parece poco?, ¿Por que mejor no me explicas como duermes tan cómodamente su hoteles de lujo mientras tu amante planea un guerra a nivel mundial?— Su puño golpeo con fuerza la mesa que estaba entre ambos, haciéndote quedar callada de inmediato, asustándote. 

Dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora