En busca de justicia por el asesinato de su familia una joven aspirante a heroína inicia junto a su maestra una cacería hacia los responsables del crimen llevándoles y llevando sus casos ante la ley de su país destapando en el proceso a políticos y...
La lluvia de pelotas cayó sobre Itzel, unos segundos después, Shindo se les unió a sus compañeros y lanzó dos pelotas también. Esperaron, y se alertaron cuando observaron la primera luz encenderse entre la tierra suelta.
La risa socarrona, pícara y llena de soberbia de la fémina inundó el ambiente.
—...De unas treinta pelotas, sólo una le atinó a una de mis dianas, ¿no les da vergüenza?
Itzel se elevó con ayuda de Willie. Ser y muchacha se mantuvieron en los aires dándole un aire más tétrico a Itzel. La chica lanzó hacia arriba una de sus pelotas jugando con ella. —Y lo mejor es que ni saben quién fue o dónde está la diana, ¿no?
Itzel giró su cabeza hacia la izquierda y con su mano de ese mismo lado levantó su cabellera dejando ver la diana puesta debajo de su cuello, justo en el inicio de su espalda, encendida.
—Oigan, ¿no son de segundo año? Deberían regresarlos a primero.
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—¡Te tengo! —Kemy, de la Shiketsu, logró encender una de las dianas de cierto peliverde. —No te distraigas. Eso es malo. —la rubia aterrizó en e suelo después de tomar por sorpresa al chico.—Pero, es raro que aún estando en problemas sonrías.
'¿De dónde salió?' pensó él. Ni se había dado cuenta de la presencia de la chica en medio de aquel terreno abierto.
—En pruebas dónde se esperan grandes combates, la gente suele ir a lugares de los que ya poseen información. Por eso vine verte, porque es probable que venzan U.A muy pronto y no quise perder la oportunidad de interactuar con una escuela tan prestigiosa y aprender de ustedes.
—Vaya, hablas demasiado...
'Toda la clase de la Ketsubutsu estará aquí muy pronto, no hay tiempo para quedarme a charlar y ella lo sabe.' pensó Midoriya mientras esquivaba las pelotas que Kemy le lanzaba. '¿Tiene compañeros ayudándola o a caso tiene tanta confianza? No hay remedio, debo asegurarme de no perder.'
Los pensamientos del chico se vieron interrumpidos al notar que la estudiantes de Ketsubutsu había desaparecido frente a él. Y sólo se había descuidado un segundo.
—Sólo tengo que golpearte con una pelota, ¿no? —dijo ella, mientras intentaba encender otro de los blancos de Midoriya.
El muchacho dió un gran salto hacia atrás para poner distancia entre ambos. Se preparó para lanzar una de sus pelotas cuando volvió a notar que la fémina había desaparecido, otra vez.
—¿Crees que desaparezco con mi quirk? —cuestionó ella mientras se lanzaba sobre el peliverde haciéndolo caer boca abajo.
—¡¿Qué?!
—Solamente me escondía... —dijo ella con un tono bulón mientras contenía a Midoriya contra el suelo.
Para el bicolor de la clase, la prueba estaba yendo lenta y hasta aburrida. Hasta ese momento, no se había podido enfrentar a nadie. Hasta ahora...
