Lo evitaré...

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11:16 de la noche del 31 de Octubre, zona descampada, Shibuya.

El rey de las Maldiciones, el Hombre hecho Deidad, Ryomen Sukuna. La devastación de su enfrentamiento contra Mahoraga es de niveles exorbitantes, y él desea que su recipiente observé todo el desastre que provocó.

Pero Sukuna desde dentro de la mente de Itadori siente algo extraño.

-Mocoso, ¿por qué no te impacta esto?...- se toma del menton algo desilucionado. "Puedo ver lo que hace, pero no tiene sentido... Es como si supiera lo que ocurre, como si aceptará todo y continuará... Es tan irritante..."

Itadori corre presuroso mientras algunas lágrimas se derraman de sus ojos.

-Mocoso, ¿Que crees que haces?- habla la boca en la mejilla de Itadori.

-No te entrometas, ya hiciste mucho daño...- reclama el joven con el corazón roto y en llanto, con la voz quebrada.

Al oírlo, Sukuna se percata: "Si le afectó... Después de todo, no hice mi mejor demostración por nada...- La boca empieza a lanzar carcajadas de gozo mientras Itadori siente cada risa atacar su corazón.

-Eres tan patético mocoso...- termina la boca antes de cerrarse entre risas.

"No tengo tiempo para ti, Sukuna... Nanami me espera..."

.

11:19 de la noche del 31 de Octubre, subterráneo de Shibuya.

Un cuerpo moribundo se habré paso entre los montones de humanos modificados, golpea y mata a sus atacantes. El mismo pierde la fuerza y los enemigos lo rodean, lo golpean y tratan de morderlo.

Sin embargo, Nanami no se rinde. En su mente lo único que aún lo motiva es pensar en el lugar paradisíaco que vistara luego de retirarse de ser hechicero.

Pero en ese instante cuando siente que el arma se le resbala de sus manos llega Itadori, quien golpea y repele a los últimos humanos modificados.

-Itadori... ¿Que haces aquí?, deberías estar en un lugar seguro...- suspira mientras cae al suelo.

Itadori lo recoje con suavidad -No hay tiempo de explicar...- en eso oye los pasos acercarse por atrás de ellos.

-Parece que te me adelantaste... Itadori Yuji...- una voz desquiciada reniega atrás de ellos. La maldición de grado especial se acerca mientras hace una mueca de fastidio. -Este hombre moribundo era mi presa... Te gusta interponerte...-

Itadori con los ojos abiertos por el terror voltea a verlo y toma a Nanami en sus brazos, sabe que si no logra sacar a su mentor del combate Mahito lo matará. Posiciona sus brazos y piernas listos para correr.

-Mahito... No te dejaré...- suspira el joven mientras observa que su adversario también se prepara vomitando más humanos modificados.

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Itadori avanza rápidamente con Nanami en brazos, los humanos modificados caen de todos lados con formas tan diferentes. Unas cuchillas humanas se extienden desde el suelo y hieren las piernas del jóven pelirosa, pero esto no lo detienen.

Desde el techo caen puños gigantes que Yuji logra esquivar con un salto y una pirueta. Nanami en sus brazos esboza exhausto, mientras lentamente cierra los ojos.

Mientras Itadori lo ve preocupado a su mentor, desde en frente una patada le da en la cara de golpe. Mahito aterriza al otro lado después de patear y observa como Itadori cae dejando a Nanami en el suelo.

-Asi que lo aprecias... Lo mataré con más gusto por eso...-

-Si le haces daño... te mataré...- amenaza Itadori mientras se levanta con una mirada de determinación que sorprende a la maldición.

Y si fuera diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora