Cap. 13 Al interior del edificio

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El director Andrade se encontraba en la entrada de las instalaciones del instituto. Tenía puesto un traje a talla de color arena, acompañado de una camisa blanca y una corbata de un tono azul petróleo, que hace juego con el reloj de cuero café que permanecía reluciente en su mano derecha. Con el ceño fruncido y con una línea recta en los labios, dejo ver así un rostro sensato lleno de expresiones ocultas. A poca distancia atrás de él, se hacía notar una señorita elegante envuelta en un traje de falda corta de un color gris, llevaba puesto un saco abotonado del único botón azul, sobre el pecho le caía una mascada traslucida que venía atorada desde un botón de su hombro con un color similar a la corbata del director, en su brazo doblado había una bitácora que sostenía con fuerza involuntaria, con la mano libre se acomodaba los lentes que le caían por la nariz, adquiría una ligera sonrisa nerviosa en el rostro. El director apoyaba su muñeca derecha sobre el dorso de su mano izquierda, mientras daba la bienvenida a los chicos de nuevo ingreso.

—Damián apúrate a cruzar —dijo Camila al momento que lo jalo del tirante de su mochila.

—¿Sabes quién es él? —preguntó Elías al terminar de cruzar la calle, señalando con la cabeza al señor del traje que atendía a unos chicos en la entrada, de un lado estaba una señorita muy bonita y al otro lado se encontraba una persona de espaldas. Esa pregunta saco a Damián de sus pensamientos, pero antes de responder con la mirada busco a Álvaro, quien por arte de magia parecía haberse esfumado o solo se habría escondido entre todos los alumnos que estaban ingresando al edificio.

—Creo es el director del instituto, si mi padre es estricto, esta persona le dice con permiso que voy yo primero. Dicen que es demasiado duro como un roble difícil de roer.

—¿Tanto así?

—Por lo que he escuchado con mi padre sí, cuando nos sentamos a comer luego nos cuenta situaciones súper críticas que han pasado en la dirección.

—En fin, que Santo Semestre nos ampare entonces. —bromeó Camila. 

La tercera persona que estaba con el director se giró para quedar de cara a los nuevos alumnos y darle la espalda a la puerta de cristal.

—Mira ahí está tu Papá. ¡Vaya cara que trae! digo, no es que sea feo tu papá se parece mucho a ti incluso, solo que... —hizo una pausa tomando una actitud de pena ante ellos.

—¿Acaso quieres decir entonces que se te hace atractivo el papá de Damián? Al compararlo con Damián solo por decir Damián es muy atractivo —vaciló Camilo mientras que Elías respondió de manera nerviosa. Damián se detuvo y lo miró fijamente con cara confundido.

—Solo menciono que no se ve contento por iniciar este semestre, por eso la cara larga que trae, no lo digo porque no sea guapo tu papá Damián, al contrario, si es guapo —Camila soltó una carcajada.

—Lo aceptaste ­—grito Camila emocionada y divertida con una risa musical.

—No Camila, no ya mejor no digo nada.

—Sí, te digo que sigue molesto por lo de ayer, me sentenció con sacarme del equipo de surf. —retomo Damián la conversación.

—No puede hacerte eso.

—De hecho, si puede, es mi padre y paga mis clases. Un enorme punto a su favor.

—Entonces no le des motivos para hacerlo.

—Pero no le he dado motivo alguno. —Gruñó.

—¿Estás seguro de eso? ¿Se te olvido muy rápido lo de anoche, cierto?

—Ah tienes razón, sufro el síndrome de Dori. Y es algo que ya no puedo cambiar, solo puedo hacer que no se vuelva a repetir.

—Exacto, ahora tenemos que enfocarnos en otra cosa. —Alzo los brazos hacia el aire frente a ellos—. ¿Estamos listos para esta nueva etapa?

Estrella Infinita: Un Amor Sin PrejuiciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora