Capítulo 1: Ayuda inesperada

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Harry tiró otra piedra al lago y se recostó en la hierba, mirando hacia el cielo nublado de la tarde. Estaba enojado, furioso. Todo se arruinó el día anterior cuando salió ese maldito papel. Nadie le creía que no había metido su nombre al Cáliz de Fuego. Bueno, los profesores le creían, pero eso no cuenta. Excepto Snape. Que Snape le creyera le sorprendía a Harry. Pero también impulsaba su enojo. Snape, que tanto lo odiaba, le creía, pero sus mejores amigos no.

Era triste estar solo sin nadie. En su segundo año lo trataban con disgusto porque creían que él era el heredero de Slytherin. Pero al menos esa vez tenía el apoyo y la compañía de sus amigos. Ahora no. Estaba solo.

Pero no todo era malo. Al menos los de Slytherin no lo molestaban. A Harry se le hacía raro, porque seguían fastidiando al resto de los miembros de Gryffindor, pero a él lo estaban tratando de manera indiferente. Él esperaba que se burlaran de él e hicieran campaña para desacreditarlo como campeón. Tampoco es que le importara que lo ignoraran. Solo le hacía la vida más fácil y no se quejaría. Además, tenía cosas más importantes en las que pensar.

Había estado aprendiendo hechizos avanzados. Ron, su supuesto mejor amigo, había estado reclutando gente para tomarlo por sorpresa y atacarlo. Se había visto obligado a aprender hechizos de defensa, como el hechizo escudo Protego, otros de curación, como el hechizo de curación Episkey, y otros de ataque, como el hechizo aturdidor Desmaius.

Ron había reclutado estudiantes de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff, pero ninguno de Slytherin. Harry sospechaba que era por el disgusto del pelirrojo hacia la casa en cuestión, pero no había tenido tiempo de pensarlo entre tantos ataques.

Algo que entristeció a Harry fue que Hermione era parte de ese grupo. Harry creyó que ella era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que Harry no lo había hecho, pero al parecer se equivocó. Según ella, Harry tuvo que hacerlo hecho porque él estaba muy emocionado y en un principio quería entrar. Eso no tenía sentido para él, pero cuando a Hermione se le mete algo en la cabeza no hay quien se lo saque. Ahora Harry no tenía a nadie.

Harry era insultado a cualquier lugar al que fuera. En los corredores le gritaban e insultaban, pero había aprendido a ignorarlo. Aun así, no podía evitar sentir tristeza cada vez que escuchaba a Ron y Hermione decirlo. Cada vez que lo llamaban 'Maldito necesitado de atención' o 'Hambriento de fama'. A veces insultaban a sus padres, pero pararon cuando Harry mandó a Ron a la enfermería al utilizar el hechizo repulsor, Depulso, para lanzarle una almohada que había sido endurecida con el encantamiento de endurecimiento, Duro, que hacía que fuera de piedra. Ron seguía con un ojo morado.

No todo era tan malo. Muchos miembros de Gryffindor estaban emocionados y lo felicitaban. Tenían muchas ganas de que Harry ganara. Pero Harry no quería estar en ese torneo. Él solo quería un año tranquilo y sin preocupaciones, al menos por una vez. Pero naturalmente no pudo pasar. La suerte de Harry Potter era horrible. Harry a veces se preguntaba si se había gastado toda la suerte de su vida cuando tenía un año, sobreviviendo a la maldición asesina. Tal vez por eso su vida era tan desgraciada.

Harry estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de la persona que se le acercaba hasta que la persona, con voz femenina, dijo:

"¡Oye, Potter!"

La voz no era agresiva, así que no sacó su varita. Más bien parecía que quien hubiera hablado le habló de manera amigable, lo cual fue suficiente para que a Harry le diera curiosidad quien era esa persona que no lo trataba como basura... aún.

Harry se dio la vuelta y vio a la persona que lo había llamado. Era una chica, como había deducido por la voz. Tenía un largo cabello dorado y ondulado que le llegaba hasta la espalda baja. Tenía unos hermosos ojos azules como diamantes y una sonrisa en sus labios. Tenía un gran cuerpo de estilo de reloj de arena y era alta. Tenía un uniforme de Slytherin.

Verdaderas lealtades. Harry Potter (Haphne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora