En el nuevo año se requirió una vez más otro profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras y el Ministerio de Magia envió a la peor profesora que pudieron encontrar, Dolores Umbridge. Así, el quinto año de los chicos comenzó de forma horrible.
Ese año ellos debían cursar los TIMOs para finalmente ser libres de usar magia cuando quisieran y el plan de Neville era pasar con un extraordinario al menos. Sabía que Herbología le sería fácil pero no estaba muy seguro de su desempeño en Transformaciones ni Artes Oscuras. En especial porque la nueva profesora prohibió los encantamientos en su clase y solo enseñaba de forma teórica. Fue por eso que Harry creó un grupo de estudio secreto al que solo amigos y gente de confianza podía unirse, por lo que Neville tuvo que mantenerlo oculto de Malfoy.
Por el tiempo de estudio y el grupo secreto no pudo ver mucho a Draco las primeras semanas, y eso junto al estrés de los exámenes lo hacían sentirse decaído, pero tuvo una oportunidad cuando en uno de los partidos de Quidditch Malfoy se peleó con Harry y fueron expulsados de sus equipos, Harry además junto a Fred y Ron. Alcanzó a Draco cuando iba camino al sector de su casa, su forma de caminar y el fuerte agarre en su escoba daban a entender lo molesto que estaba.
–Draco– llamó. –¿Te encuentras bien?
–Dejame en paz, Longbottom
Volvió a los apellidos, eso entristeció al mas alto. Sin embargo, se puso delante para frenarlo y alejó de su rostro la mano enguantada que sostenía su mejilla. En ella había un gran moretón que arruinaba su blanca piel.
–¿Eso lo hizo Harry?
–Weasley
Neville apretó la correa de su bolso y formó una tímida sonrisa torcida encogiendo el hombro derecho.
–Tengo poción herbovitalizante conmigo
Fueron a la enfermería y se ubicaron en una camilla. Draco se quitó los protectores junto a la capa del uniforme y dejó su escoba a un lado para estar más cómodo. Neville entonces sacó un frasco de líquido amarillo para mojar un algodón con el. Eso les trajo recuerdos a ambos de hace dos años atrás y el recuerdo desató otras memorias que lograron poner rojo a Malfoy, para su suerte el color se camuflaba bajo el golpe. Neville se acomodó más cerca y posó suavemente el algodón en su mejilla.
–¿Te duele?
–No realmente
Era una buena señal que por primera vez Draco no jugara a la víctima, Neville veía eso como un signo de confianza hacia él. Estuvo con el algodón en la mejilla ajena por más tiempo del necesario por haberse perdido en los plateados ojos del rubio y sus finos labios que alguna vez tuvo la oportunidad de probar, aunque sea accidentalmente. Draco no sabía donde posar la mirada así que carraspeó para hacer reaccionar al chico. Neville tiró el algodón y se palmeó las rodillas pensando en un tema de conversación para no tener que irse.
–¿Cómo van tus estudios?
–Aburridos
–¿Crees que pasarás los exámenes?
–Por supuesto que sí. Tengo que hacerlo...
El tonto de su voz decayó, igual que esa vez en el rincón solitario cuando se sinceró con él.
–¿Necesitas ayuda en Herbología?
–Yo no necesito ayuda– reclamó alzando una ceja como si lo estuviera tomando por tonto.
–¡Claro que no! Solo pensaba que-
–Pero tú sí, ¿verdad? Te dejaré repasar conmigo las clases que necesites
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En El Invernadero (Dreville)
FanfictionHabía momentos, pequeños momentos, en los que Draco pasaba por alto su auto proclamada rivalidad con Potter y se fijaba en otro niño de cabello castaño perteneciente a la casa del león. . . Draco Malfoy x Neville Longbottom