Durante los días libres entre las pruebas, Potter se movía de aquí a allá buscando formas de ayudar a Diggory en el torneo. Draco los vio hablando en el patio demasiado cerca uno del otro y aprovechó el momento para divertirse un poco.
–¿Por qué tan tenso, Potter?– lo interceptó saltando de un árbol cuando se alejó de Diggory. ¿Lo había estado esperando? Tal vez.
–Mi padre y yo hicimos una apuesta, ¿sabes? Yo creo que tu novio no durará ni diez minutos en el torneo, él no coincide, cree que no durará ni cinco
–¡No me importa lo que dice tu padre, Malfoy!
Potter lo empujó y se dio la vuelta para irse. Draco no lo dejaría abusar de él así y atentó a sacar su varita, pero Ojoloco apareció defendiendo al cuatro-ojos y lo transformó en un hurón blanco. Elevó al animal en el aire girándolo como si de una marioneta se tratase y lo metió en los pantalones de Crabbe, todos al rededor reían mientras McGonagall intentaba hacer que se detuviera.
Al lograr salir del uniforme de su amigo, Draco huyó dándole la vuelta al árbol y se adentró al castillo. Corrió lo más rápido que le daban las patas para escapar del profesor y la humillación, y encontró un escondite en el bolso de un estudiante. Después de unos segundos el bolso comenzó a moverse haciéndolo rebotar en su interior, le estaba provocando náuseas, así que asomó la cabeza hacia fuera y miró al dueño. De todos los bolsos en los que se podía haber metido, terminó en el de Neville Longbottom. Saltó al brazo del chico dándole un susto y trepó hasta su hombro, Neville dejó caer sus cosas y terminó contra la pared alejando su cara lo mas posible del animal.
–¿Neville? ¿Qué tienes ahí?
Draco alzó la cabeza al ver a Granger acercarse y se deslizó hasta el bolsillo de Neville. El castaño lo miraba confundido y asustado.
–No lo sé, estaba en mi bolso. Alguien debió meterlo
–Seguro fue Malfoy. Uno creería que después de lo que pasó en el baile cambiaría su actitud. Déjame ver
Neville estiró su bolsillo enseñando al animalito.
–Es un hurón, se ve inofensivo. Lo llevaré con la profesora McGonagall
Cuando quiso tomarlo fue mordida en el dedo para alejarla.
–¡Auch! Ugh, mejor llévalo tú
–¿Y si me muerde también?
–Solo no metas la mano al bolsillo y estarás bien
Draco asomó la cabeza para comprobar que la chica se haya ido y volvió a enganchar sus garras en la túnica de Neville para subir a su hombro. El castaño cerró los ojos con miedo a ser mordido en la cara, pero Draco solo lo olfateó y frotó su nariz contra la redonda mejilla del chico.
–Huh. No eres tan malo, ¿verdad?
Acercó sus manos al hurón para que subiera a ellas y lo observó con mucha atención.
–Tienes un pelaje muy hermoso– le dijo acariciando su cabecita con un dedo. –Y tus ojos me recuerdan a los de Draco
El hurón levantó las patas delanteras y las apoyó sobre la punta de la nariz de Neville sacándole una risa.
–Pareces entender lo que digo. ¿Acaso eres un animago?... Por Merlín, ¿¿estoy hablando con un profesor?? Debería llevarte con McGonagall enseguida
Deslizó al animal dentro del bolsillo y tomó su bolso para ir al salón de Transformaciones. El movimiento mareaba a Draco y provocaba que se golpeara contra el cuerpo del chico. Cuando por fin se detuvo, asomó la cabeza y descubrió que estaba en los dormitorios de Gryffindor. Neville dejó el bolso a los pies de su cama y la túnica sobre ella, Draco se deslizó fuera de la tela y miró confundido al castaño.
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En El Invernadero (Dreville)
FanfictionHabía momentos, pequeños momentos, en los que Draco pasaba por alto su auto proclamada rivalidad con Potter y se fijaba en otro niño de cabello castaño perteneciente a la casa del león. . . Draco Malfoy x Neville Longbottom