Pretender que no nos gustamos. - 𝐬𝐚𝐭𝐳𝐮. ୧ ׅ𖥔 ۫ [DESCONTINUADO]

¿Podremos acercarnos de nuevo?

—¿Qué?.—La rubia se quedó atónita, se preguntó eso miles de veces, pero esas miles de veces, nunca se pudo contestar a si misma, ¿Qué eran? ¿Por qué ya no eran lo mismo? ¿Qué es lo distintivo?

—Sé que escuchaste.

Aunque ya no eran lo mismo, sentían lo mismo, el mismo sentimiento de la primera vez, sixteen, el debút, la primera cita...todo tuvo que ser cautelosamente escondido de sus managers, no aceptarían que sus integrantes mantuvieran una relación, y menos si era una relación LGBT.

—No lo sé. No lo había pensado.—Tzuyu sonrió, incrédula.

—Después de nuestra ruptura, ¿No pensaste en lo que somos ahora?

—No.—Mentía Sana, Sí, lo había hecho más de mil y una vez. Todas las noches, sin falta.

—Hm. Bien. Yo lo definiré por tí. Somos compañeras.

Sana sonrió incómoda. No le gustaba ese término, pero no entendía el por qué, se suponía que ya no le debería de importar.

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La cabeza de Tzuyu estaba apoyada en la cabecera de su cama, como todas las veces desde que su relación se destrozó. Todo se sentía tan solitario desde la despedida de Sana. Ni siquiera fué algo formal. Fué un simple adiós. ¿Un adiós para siempre? ¿Un hasta luego? ¿Un te odio? No lo sabría hasta mucho, mucho después. Porque al final, solamente eran jóvenes enamoradas.
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Tzuyu despertó, con un dolor insoportable en su cabeza, de esos que te dan ganas de golpearte con cualquier cosa. Miró de reojo su calendario rosado bebé, que fué el regalo de Sana para su más reciente comeback. Tzuyu irritada solamente quería alejar a Sana de su vida lo más posible, pero simplemente su cuerpo y mente no colaboran.

Se levantó, con pereza de su suave y cómoda cama, en la que descansaban sus dos perritos, Butter y Kaya. Tzuyu simplemente preferiría quedarse durmiendo con Butter y Kaya para siempre, pero en estos momentos no era lo indicado, por más que su mente rogara por ello.

Tzuyu caminó a paso lento y descalzo hacia su habitación de clóset, abriendo la blanca puerta barnizada perezosamente, revelando un gran mueble de clóset con mucha ropa y percheros con más y más ropa.

La mayoría de la ropa eran de colaboraciones con marcas, pero, entre mucha ropa de marca, yacía un mini entero de shorts negro con una sola manga larga. Era de Sana. Probablemente se le había quedado. Tzuyu dudó mientras mordía de manera casi caníbal su labio inferior si devolver el lindo conjunto.

Lo agarró con ambas manos y lo acercó hasta su nariz, olfateando suave y delicadamente el aroma de el perfume Dolce de D&G. Arrojó el vestido a su cama, y rápidamente se vistió decente.

Una camisa negra con delgadas líneas blancas de cuello redondo abotonada de manga larga y unos jeans no tan apretados era lo que vestía la alta chica.

Agarró nuevamente el conjunto que anteriormente había arrojado a su cama y decidida salió de su habitación con seguridad y confianza. Salió primero a un paso lento, casi inseguro, pero después fué más segura.

Llegó a la habitación de Sana en pocos minutos. El hangeul de Sana estaba tallado en una placa de oro. Tzuyu lo miró detalladamente, podía ver su reflejo. Inhaló lentamente y tocó la puerta con toques seguros.

Tardó unos minutos la puerta en abrirse, pero para Tzuyu, valió la pena toda la espera. Una Sana desarreglada la atendía. Se veía más hermosa que nunca ante los ojos de Tzuyu. Sana la miró desconcertada ante no escuchar ninguna palabra salir de la boca de la más alta.

—¿Tzuyu?—. Sana formuló, aún desconcertada de la repentina visita de Tzuyu.

—Ah, si yo...eh, te traje esto. Se te había quedado...en mi habitación. Eso. —. Tzuyu sonrió incómoda mostrándole el conjunto perdido.

—¡Ah! ¡Ahí estaba! ya lo había dado por perdido. ¡Muchas gracias!—. Sana tomó el conjunto y lo dejó reposando en su silla.

—Este...yo...también te traje ésto.—Tzuyu le pasó de forma insegura una carta y unas pequeñas pero hermosas flores de cerezo, la flor favorita de Sana.

Sana tomó el regalo y sonrió embobada.
Olió las flores y sonrió mucho más. guardo la carta en su bolsillo, ya que pensaba leerla ella sola.

—Ahora tengo que hacer algo, pero, hoy en la noche tenemos una cena las 9 chicas juntas, ¿ahí podremos hablar, tal vez?

Sana asintió y vió como la chica se alejaba. Sana le gritó adiós y se despidió con un meneo suave de mano en forma de despedida. Cerró la puerta de su casa y se abalanzó en su sillón, alcanzando la carta de su bolsillo y sacándola del mismo. Empezó a abrir la carta, y estalló en risa al darse cuenta de que era un recibo de compra del supermercado.

Por otro lado, Tzuyu tocó sus bolsillos por mera casualidad, buscando sus llaves. Sacó un papel de su bolsillo, y se dió cuenta de que se había equivocado de papel, ya que en su bolsillo aún yacía la carta.

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ola si, rebibi jujuajajajajaja me olvidé q tenía vida como escritora 🕶️🕶️ pero anywho, tengo flojera y no tengo creatividad en escribir, esto es jn borrador de 2023 😐 JAJAJAJA

era un borrador más cortito igual, le agregué cosillas 🕶️ además, q les parece que haga capitulos más largos?? cómo este de 895 palabras qowjqkdj
les gustaría o lo odiarian y me harían boycott