Chapter 9: I could make it worse

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Since today, I will never say a word

I gave you a chance to change

You were all I could need

but you left me stitches

There is not cure for you

I don't know if I am dead or hopeless

I am tired to cry and ready to lie

Guess who is right and who is in control

Stuck with your own head, it is very sad

I am taking dirty decision, you got it

My heart is empty, without us.

Hubo un punto muerto después de eso, se habían ofendido de todas las maneras posibles, incluso habían recurrido a la violencia como dos animales. Coriolanus no sabe cuanto tiempo ha estado mirando a Lucy Gray en el suelo con sus grandes ojos marrones a punto de llorar pero sin emitir un gemido, su ropa está desarreglada, están cansados y duele su garganta por gritar. Los dos tienen la cara hinchada, sin duda están enojados. Coriolanus quisiera disculparse pero simplemente no salen palabras de su boca. La tensión ha bajado a medida que suena un piano en alguna parte, de seguro ha empezado a la cena.

—Fue un error, fue un error. — Snow se arrodilló junto a ella, Coriolanus puede sentir lluvia y se da cuenta que está llorando también, finalmente puede sentir que su corazón se afloja y puede decir lo que siente. — Lo siento, lo siento tanto. Por favor perdóname

—¿Qué haces? — . Ella lo mira con aborrecimiento. Él quiere alcanzarla pero ella lo rechaza al apartarse. — ¡Basta, no me toques!

—Lucy Gray, dime como puedo hacer, que puedo darte. — Coriolanus no sabe qué hacer con este sentimiento, sabe que es arrepentimiento porque desearía no haberlo hecho pero también porque no sabe como arreglarlo. Nunca en su vida se ha disculpado con alguien y para una criatura cuyo valor se centra en lo material y no sabe cómo puede herir al resto se siente que esto no tiene un precio.

—Muerte, si puedes morir entonces te perdonaré. — Ella vuelve a levantarse y pone sus faldas en su lugar. Su voz es profunda y con tanto odio que Coriolanus hubiera preferido recibir un millón de golpes.

Él entiende que quiere un momento a solas y no la persigue. Solo puede darle eso, verla alejarse porque no puede imaginarse lo que siente. Está tan destrozado, hace una hora estaba bailando con Lucy Gray presionando por casarse con ella y hace menos de diez minutos la estaba dañando. Sus manos tiemblan de remordimiento, desearía nunca haberlo hecho, las reconoce y son idénticas a su padre. Son manos pesadas y grandes, el entrenamiento las hace un poco toscas y luego se da cuenta que también tiene algo de músculo en sus brazos. Entonces comprende que las bofetadas de Lucy Gray no se comparan con la fuerza que él posee. Pero no se siente bien tener una ventaja física contra ella, de ninguna forma se siente bien ese poder.

Coriolanus se abraza a sí mismo intentando dejar de llorar, es un niño que acaba de romper un juguete. Pero ya no es un juguete, es una persona, una persona que amaba. Le ha dicho palabras crueles, la hizo llorar y le quitó todo lo bonito que había, fue en contra de su educación y un buen juicio. Ni siquiera era un peligro real, solo era una chica razonablemente enojada contra sus planes, pero se había perdido por unos segundos. Quisiera culpar a alguien, pero no recuerda nada, siente vergüenza porque de hecho ni su prima, ni su abuela habían sido violentas con él.

Una Canción de Cuna Para Un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora