Married to the Devil | Johnten

Cap.17

Aunque John supiese que sus hombres estaban luchando valientemente, Sehun podía contar con reservas venidas del castillo y un número infinito de mercenarios que los atacaban de todos los lados.

Retrocediendo un poco para tener una mejor visión de la batalla, John levantó su yelmo y secó su frente, el sudor cayendo sobre sus ojos y empapando sus cabellos. Al percibir que Lucas se aproximaba, con un aire sombrío en el rostro, tuvo certeza de que el vasallo traía malas noticias.

-Un enviado de Sehun vino a informarnos que el barón desea discutir los términos de un acuerdo.

-¿Términos de un acuerdo? ¿Por qué te tomaste el trabajo de traerme esas noticias, cuando sabes muy bien que nunca pierdo el tiempo con palabras cuando puedo luchar?

Lucas parecía incómodo, como si no supiese qué decir.

-Pensé que tal vez... tal vez el barón pueda decir algo sobre mi lord Ten. Él vasallo respondió.

Con la mención de su esposo John sintió un aprieto terrible en su corazón.

-¿Sehun pidió un rescate?

-No. Sin embargo, el emisario del barón no entró en detalles. Tal vez los planes sean ofrecerle a lord Suh a cambio de Gwanak-gu .

¿Un doncel a cambio de una de las propiedades más valiosas de todo el reino? John murmuró algo, como si una vida entera de honor, orgullo y dedicación a la carrera militar ahora entrasen en conflicto con lo que realmente le importaba: su esposo.

-Vamos a oír lo que el hombre tiene para decirnos. -John habló finalmente.

Los dos intercambiaron miradas un tanto desconfiadas al entrar a la tienda de Sehun. El barón estaba sentado en una silla enorme, un tapete extendido bajo sus pies. La propia imagen de un emir o un rico mercader italiano. A pesar de que Sehun estaba usando una armadura, quedaba claro, por la ausencia de sudor y suciedad, que ni siquiera había llegado cerca de donde la lucha estaba siendo sostenida.

John sólo conseguía sentir un profundo desprecio por un hombre tan cobarde e incapaz de liderar sus propios hombres en un campo de batalla.

-¿Entonces este es el terrible caballero rojo? Sehun indagó en un tono irónico.

El sarcasmo no pasó desapercibido a John, sin embargo, ante la mirada de advertencia de Lucas, decidió mantener su furia bajo control.

Por lo menos hasta que supiese el motivo del encuentro.

-Si, mi lord. -Respondió el emisario que los había traído. Pronto el mensajero salía y los dejaba a solas, en compañía de los guardias personales del barón. Aunque una tropa de sus propios hombres lo aguardase afuera, John comenzó a sentirse inquieto. Estando Sehun tan acostumbrado a la traición, podría muy bien estar planeando atacarlos por las espaldas en vez de conversar.

-Debe parecerle obvio ahora, caballero rojo Sehun comenzó después de un largo silencio, en el que analizó a los recién llegados de la cabeza a los pies. -Que mi ejército excede al suyo en número. Si usted se rinde, yo tal vez pueda salvar la vida de sus hombres. Ya hubo suficiente derramamiento de sangre hoy. -Completó Sehun, magnánimo.

John no respondió y simplemente continuó mirando al idiota arrogante e incompetente. Aquella discusión era inútil. ¿Se había tomado el trabajo de interrumpir la lucha para escuchar una sarta de idioteces? ¿Y dónde estaba Ten?

Demostrando no incomodarse por la mirada fija de John, el barón lo interpeló:

-¿Y entonces? ¡Respóndeme!

-¿Y mi esposo?- Suh indagó, los dedos cerrándose con fuerza alrededor del puño de la espada. -¿Dónde está él?

Sehun parecía tan sorprendido con la pregunta que por un instante John imaginó si esa basura realmente había secuestrado a Ten.