Ahora sabía, que podía mantener una conversación con Soo-il sin que su estúpida lengua atacara a su hermano con insultos o menosprecio. Había hablado y sonreído en la cocina, habían hablado aún cuando Jungkook y Sunyoul volvieron.
No podía decir que volvieron a ser como antes, como cuando Soo-il era el cachorro que lo seguía a todas partes y le pedía que lo abrazara, le enseñará a cocinar o le regalaba una sonrisa tierna que dejaba ver las encías de color rosa. Quizás nunca volverían a serlo y saber eso le dolía porque fue él quien lo alejó, pero no quería ser quien causara miedo en Soo-il, odiaba esa mirada cautelosa en su hermanito cuando lo miraba, ese hyung que carecía de emoción cuando lo llamaba.
Fue tu culpa.
No podía negarlo.
Su actitud le ganó varios golpes de los alfas con los que su mamá se enlazó después de su padre, y en ese entonces fue lo mejor que se le ocurrió para que esos alfas dirigieran su atención e ira hacia él en lugar de a su mamá y a su pequeño hermano. Esos años deseó tanto ser un alfa adulto fuerte y capaz de proveer a su pequeña familia que perdió de vista el también hacerles saber lo mucho que los quería.
Hasta que fue demasiado tarde y sus palabras y fría actitud solo hicieron a su corazón olvidar. La primera vez que insulto a Yoongi por su casta, por algo que su hermano no había tenido elección, por algo de lo que no debería renegar porque su madre también lo era, notó que la punzada de culpa en su pecho era apenas perceptible. Debió de haberse dado cuenta en ese entonces pero solo lo hizo hasta que su hermano prácticamente huyó de Daegu para estudiar la universidad en Seúl, lejos de él. Y aún así no pudo detener su palabras cada vez que se encontraban.
Los hábitos realmente podían ser terribles.
— ¿Yoongi-hyung, en que piensas?
El aroma del café lo envolvió e hizo que su lobo estuviera más atento.
Jungkook lo miraba con la cabeza ligeramente inclinada. Su sonrisa divertida y sus ojos con arrugadas a los lados.
Casi se veía inocente, parecido a Sunyoul. Solo que es mirada era diferente a la del Jeon menor. Solo la apariencia y la ropa que Jungkook traía ese día eran similares.
Igual esta agradecido con Jungkook. El pretexto de ir al supermercado con Sunyoul y dejarlo a solas con Soo-il fue muy obvio y realmente no creyó que nada fuera a salir de dejarlos a solas, y sin embargo había hablado con su hermano y lo había visto sonreír para él después de tanto tiempo.
Miró a ese alfa pelinegro que seguía esperando por su respuesta y solo fue hacia adelante, hasta que sus labios chocaron con los contrarios.
Los dos gruñeron al mismo tiempo, justo antes de que sus lenguas comenzarán a luchar entre ellas. El sabor dulce del postre que había hecho antes aún perduraba en ese labio inferior que succionó con fuerza hasta que la lengua de Jungkook fue de nuevo al interior de su boca.
ESTÁS LEYENDO
𝑨𝒍𝒇𝒂𝒔 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒂𝒅𝒐𝒔 | ᴋᴏᴏᴋɢɪ
FanfictionAdoptar actitudes duras que no te pertenecen, alejar a tu familia de ti, fingir que posees un corazón frío y que eres arrogante, eso es lo que Jeon Jungkook y Min Yoongi tienen que hacer diariamente para proteger a sus seres amados. Tienen que vivir...