III

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   Pedro se había ido. Gavi había quedado en la soledad, pero no quería volver a su casa. Quizá dormiría allí, no quería ver a sus padres.

Cerró los ojos, y se sumergió en sus pensamientos. Jamás lo admitiría, pero el odiaba tener ese estilo de vida, él entendía que hacía ese tipo de cosas por un poco de atención de sus padres, incluso fue detenido varias veces por el oficial Müller, pero ni así le han dado ni un poco de cuidado.

  Derramó una lágrima, luego otra, y otra más. Él no quería ser así, pero ya no podía cambiar. También odiaba la forma en que lo trataba a Pedri, el único de sus amigos que se había quedado a su lado. Los otros se alejaron por los malos hábitos que había adoptado.

Sintió un calor en su costado, el señor que le había hecho el favor se había sentado junto a él.-Niño, ¿te sucede algo? Te noto algo triste.-

-Quiero otra cerveza...- Robert lo abrazó, comprendía que el chico no le diría exactamente qué le sucedía.

-Entonces, ven a mi casa, tengo muchas allí. Queda por aquí cerca, luego te puedo llevar a tu hogar.- Gavi no midió el peligro que podía conllevar ir a la casa de un extraño, sólo asintió.
...

-De todas formas no me importa...- En ese punto, Gavi ya estaba un poco borracho.

-Tienes que hablarlo con ellos.- Robert sentía que sería su momento, el chico ya estaba dando vueltas.- Tengo algo que te puede servir, está en mi habitación. Acompáñame.- Pablo se levantó con pereza del sofá, tambaleándose un poco. No pensó en lo que podría llegar a pasar. Era raro viniendo de un chico tan astuto como él, quizá seguía siendo el mismo niño iluso, que esperaba con ansias las promesas de sus padres, la misma mentira de siempre.
...

  Ni bien llegaron a la cocina,  Robert lo había acorralado contra la mesada.- Robert, ¿q-qué haces? S-suéltame.- Pablo no podía reaccionar, estaba congelado. El hombre lo dio vuelta rápidamente, y tomó sus brazos y los ató con un viejo trapo de cocina, inmovilizándolo.

  Pablo estaba asustado, no podía moverse. Gritó con todas sus fuerzas, pero Robert lo había callado. Ya no podía defenderse ni pedir ayuda, se arrepentía tanto de no ir con Pedro cuando tuvo la posibilidad.

  El mayor empezó a restregar su miembro en el culo de Gavi por encima de sus ropas. Robert estaba más que emocionado.
  Cuando su pene se había puesto lo suficientemente duro, quitó de manera salvaje las prendas inferiores de ámbos. Pero no era tan cruel, iba a preparar al menor, sabía que su tamaño lo lastimaría.

  Puso vaselina en tres de sus dedos y los introdujo de manera lenta. Gavi estaba incómodo, era la primera vez que haría algo así, además en contra de su volumtad.
 
  Cuando terminó de prepararlo, metió su miembro en el interior de Pablo bruzcamente, el chico no ponía resistemcia, se había rendido, para él, ya todo estaba perdido.

  Robert lo penetraba de forma dura y constante, Gavi estaba excitado, pero no feliz. Claro, era un estímulo para su cuerpo, pero no para su mente.
...

  Su infierno había terminado, Pablo se sentía adolorido, Robert lo había usado como juguete sexual.
Se desplomó al suelo. Lloró, al igual que cuando era un niño, un niño que no entendía porqué nadie le daba amor.

  Tal fue sus sorpresa cuando Robert lo alzó, y lo llevó a su cuarto. Pablo esperaba lo peor.
  Para su sorpresa, el mayor lo estaba mimando, en su oído susurraba cosas bonitas, de esas que jamás le habían dirigido. Sus lágrimas dejaron de caer.
  Era una sensación rara, su abusador tratándolo de manera cariñosa.
  Cerró sus ojos disfrutando de las caricias y besos en su rostro.

Qué rara fue esa noche.

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q horror de cap, les pido mil disculpas 🙏🙏

perdón si demoro mucho en actualizar.

cualquier duda m escriben

besoss

Estocolmo | lewaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora