Capítulo 13: Noche.

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A medida que avanzaban por las calles iluminadas de la ciudad, Karl y Sapnap se encontraron rodeados por la energía vibrante y el zumbido constante de la vida nocturna. Se detuvieron de vez en cuando para observar escaparates brillantes o escuchar la música que emanaba de los bares cercanos, pero siempre juntos, compartiendo cada momento como si fuera el más preciado tesoro.

--- "Sapnap, ¿qué te parece si terminamos la noche con un helado?" --- sugirió Karl, señalando una heladería que brillaba con luces de colores en la esquina de la calle.

--- "¡Me encantaría, Karl! Siempre es bueno un poco de dulzura para cerrar una noche perfecta." --- respondió Sapnap, con una sonrisa juguetona.

Entraron en la heladería y se deleitaron con una variedad de sabores tentadores, riendo y bromeando mientras compartían una tarrina. Cada cucharada era un recordatorio de la dulzura de su amor, un vínculo que solo crecía más fuerte con cada momento compartido.

Después de terminar sus helados, salieron de la heladería y se encontraron de nuevo en la acera, observando las estrellas que brillaban en el cielo nocturno sobre ellos. El aire fresco de la noche envolvía sus cuerpos, pero el calor de su amor los mantenía cálidos y reconfortados.

--- "Sapnap, gracias por esta noche. Ha sido todo lo que había soñado, y más." --- dijo Karl, mirando a Sapnap con gratitud en sus ojos.

--- "No, gracias a ti, Karl. Eres el mejor regalo que la vida me ha dado." --- respondió Sapnap, acercándose para darle un tierno beso en los labios.

Y así, bajo el resplandor de la luna y las estrellas, Karl y Sapnap se abrazaron con ternura, sabiendo que este era solo el comienzo de su historia juntos. Con el futuro extendiéndose ante ellos como un lienzo en blanco, estaban listos para pintar cada día con los colores brillantes de su amor, viviendo cada momento con pasión y alegría, siempre juntos, siempre unidos en cuerpo y alma.

Después de su dulce encuentro en la heladería, Karl y Sapnap decidieron caminar un poco más por las animadas calles de la ciudad, disfrutando de la brisa nocturna y la compañía del otro. Con cada paso, su conexión se fortalecía, como si el universo mismo estuviera celebrando su amor.

De repente, Sapnap detuvo a Karl frente a una pequeña librería que aún estaba abierta, sus ventanales llenos de libros que brillaban bajo la luz de la luna.

--- "¿Qué te parece si entramos y buscamos algo para leer juntos?" --- sugirió Sapnap, con una chispa traviesa en los ojos.

--- "¡Me encanta la idea!" --- respondió Karl, emocionado por la perspectiva de compartir otra experiencia con Sapnap.

Entraron en la librería y se sumergieron en un mar de libros, explorando los estantes y discutiendo sobre sus autores favoritos y géneros preferidos. Finalmente, encontraron un libro que les llamó la atención a ambos: una colección de cuentos cortos que prometía transportarlos a mundos de fantasía y aventura.

Con el libro en mano, salieron de la librería y encontraron un banco cercano en el que sentarse. Se acurrucaron juntos mientras comenzaban a hojear el libro, sumergiéndose en las historias que cobraban vida ante sus ojos.

Con cada página, su vínculo se profundizaba aún más, compartiendo risas, suspiros y emociones mientras se perdían en los mundos imaginarios que se desplegaban ante ellos. Y en ese momento, rodeados por el silencio de la noche y la magia de la literatura, Karl y Sapnap se dieron cuenta de que no necesitaban grandes gestos para sentirse felices, sino simplemente estar juntos, compartiendo cada momento con amor y complicidad.

Así, con el libro entre ellos y el mundo a sus pies, Karl y Sapnap se sumergieron en la noche, sabiendo que su amor era la aventura más emocionante de todas, una historia que estaban escribiendo juntos, página tras página, capítulo tras capítulo, para siempre.

Después de un tiempo disfrutando de los cuentos cortos, Karl y Sapnap cerraron el libro con una sensación de satisfacción y alegría compartida. Se miraron el uno al otro con sonrisas radiantes, sabiendo que cada momento juntos era un tesoro que atesorarían por siempre.

--- "Sapnap, cada día contigo es una aventura maravillosa." --- dijo Karl, acariciando suavemente la mejilla de Sapnap.

--- "Y tú, Karl, haces que cada día sea aún más especial." --- respondió Sapnap, entrelazando sus dedos con los de Karl.

Juntos, se levantaron del banco y comenzaron a caminar de regreso hacia casa, disfrutando del silencio cómodo que solo los verdaderos compañeros pueden compartir. A medida que se adentraban en la noche, el brillo de las estrellas parecía envolverlos en un abrazo cálido, recordándoles que estaban unidos por algo más grande que ellos mismos.

--- "Karl, ¿te gustaría venir a casa conmigo esta noche?" --- preguntó Sapnap, mirando a Karl con una expresión llena de ternura y deseo.

--- "Me encantaría, Sapnap." --- respondió Karl, con una sonrisa llena de promesas para el futuro.

Y así, de la mano y con el corazón lleno de amor, Karl y Sapnap continuaron su camino hacia el hogar, sabiendo que, juntos, cualquier lugar podía convertirse en el escenario de una historia de amor inolvidable. Y con el brillo de la luna como su testigo silencioso, se adentraron en la noche, listos para seguir escribiendo su historia de amor, página tras página, hasta el final de los tiempos.

La noche envolvía la ciudad con su manto oscuro, pero para Karl y Sapnap, estaba iluminada por el brillo de su amor. Caminaban juntos, con pasos ligeros y corazones llenos de alegría, compartiendo risas y miradas llenas de complicidad mientras se dirigían hacia el hogar de Sapnap.

A medida que se acercaban al apartamento de Sapnap, la anticipación y la emoción llenaban el aire, creando una atmósfera cargada de pasión y deseo. Al llegar, Sapnap abrió la puerta con una sonrisa traviesa, invitando a Karl a entrar con un gesto elegante.

Dentro, el ambiente estaba impregnado de calidez y confort, con velas perfumadas que arrojaban destellos de luz suave sobre los muebles. La música suave fluía en el aire, creando una banda sonora perfecta para la noche que se avecinaba.

Karl y Sapnap se acercaron el uno al otro lentamente, con miradas llenas de deseo y anhelo. Se fundieron en un abrazo apasionado, dejando que el mundo exterior desapareciera mientras se perdían el uno en el otro.

La noche prometía ser larga y llena de amor, una celebración de su conexión única y profunda. Y mientras se entregaban el uno al otro en un baile de amor y pasión, sabían que esta sería una noche que recordarían por el resto de sus vidas.

Con el corazón lleno de gratitud y amor, Karl y Sapnap se sumergieron en la magia de la noche, dejando que el tiempo se desvaneciera mientras se entregaban al dulce éxtasis de su amor compartido. Y así, en los brazos del otro, encontraron la felicidad y la plenitud que tanto ansiaban, prometiéndose el uno al otro en cuerpo y alma, para siempre.

PERO NO TODO ES ASI DE FLORES...

1150 palabras
Creo que es el capítulo más largo de esta historia.

I HATE YOU, I LOVE YOU ︴Karlnap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora