Capítulo 5

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El molesto sonido de las maquinas resonó en los oido del cuerpo que se encontraba recostado en la camilla, haciendolo reaccionar de pronto despúes de largas horas de estar dormido.

Sin poder abrir aún sus ojos estiró su mano intentando tomar su movil de la mesita de noche, sin embargo no encontró nada a su alrededor. Sus parpados pesaban mucho pero aún así hizo su mayor esfuerzo para poder levantarlos poco a poco.

Una luz blanca demasiado intensa alumbraba el techo sobre él. Con mucha dificultad pudo abrirlos por completo, logrando visualizar poco a poco el lugar en donde estaba...el hospital. Y entonces el dolor en su cuerpo apareció haciendo que imaginara porque era que seguramente había terminado ahí.

No supo si lo que más le dolia era su cuerpo, la situación por la que creía que había terminado así o darse cuenta que a pesar de todo en aquella grande y blanca habitación estaba completamente solo. Sus pequeños ojitos grises comenzaban a acuarse sintiendo esa presión ya conocida en su pecho, sin embargo el debía ser fuerte y aguantar todo lo que seguramente se vendría para él cuando saliera del hospital y Taemin simplemente lo volviera a "sancionar" por ser tan débil.

Sacandolo de sus pensamientos un doctor junto a su enfermera entrarón a la habitación para revisarlo y verificar que todo estuviera en orden en cuanto a su recuperación.

-Buenas tardes joven Park, me alegra que por fin despertara. ¿Cómo se siente?.- preguntó el doctor mientras revisaba al menor.

-Un poco mareado pero bien.- su voz sonaba más gruesa y ronca de lo habitual ya que aún se encontraba bastante seca su garganta por el tiempo que paso inconsiente.

-Tome un poco de agua.-le ofreció la enfermera con una agradable sonrisa.

-Gracias.

-¿Jimin verdad?.- preguntó el médico a lo que el rubío asintió.- muy bien Jimin, es un alivio decir que estas fuera de peligro, perece ser que tu herida va sanando bastante bien. El dolor al respirar es normal ya que tienes dos costillas fracturadas pero esto cambiará una vez que tus costillas comiencen a sanar. El mareo es por la contusion que sufriste aunque... me gustaría saber si recuerdas que fue lo que paso, ¿cómo fue que terminaste tan lastimado?.-

Esa pregunta claro que descolocó al menor, de pronto comenzo a sentir demasiado miedo y ansiedad, la maquina de las pulsaciones empezo a sonar como si hubiera corrido una maratón, su respiración se volvió totalmente errática haciendo que su pecho subiera y bajara con demasiada rapidez. La enfermerá de sonrisa agradable le aplicó un tranquilizante en su intravenosa haciendo que poco a poco el menor fuera cerrando sus ojitos para volver a quedarse profundamente dormido.

Los señores Park entrarón a la habitación despúes de que el doctor les informara sobre la crisis que había presentado Jimin, que lo mejor sería dejarlo descansar sin embargo a ese par, poco lo les importaba la salud del menor y decidieron entrar.

Sabían que Jimin no iba a despertar sin embargo Shin-hye no pudo evitar soltar todo su veneno en contra de su único hijo.

-Eres una vergüenza para esta familia Park Jimin, mira que terminar en el hospital por unos cuantos golpes que seguramente te merecias, solamente te gusta llamar la atención. No te bastó con ser maricón, también tenías que ser uno demasiado debil y ridículo. Más te vale que no involucres a Taemin en esto, no podemos perder nuestra fortuna por tu culpa. No puedo creer que la vida me haya dado un hijo tan inutil como tu.- espetó de manera furiosa al cuerpo que creía inconsciente frente a ella.

Ambos Park salieron de la habitación sin decirle nada más a su hijo, a in embargo, el pequeño que se encontraba recostado en la camilla, derramaba lagrimas aún con sus ojitos cerrados, ya que para su mala suerte había logrado escuchar absolutamente todo lo que su madre había soltado en contra de él antes de volver a sumergirse en la paz de la inconsciencia y tal vez, solo tal vez, se sentía un poco más roto de lo que ya estaba.

Un amor inesperado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora