Capitulo 5

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Un nuevo día se asomaba en Villa Sonrisa, pero desafortunadamente no era algo tan agradable para los integrantes de los Smiling Critters, puesto que aun tenían un asunto que abordar, pero principalmente estaba el tema de los niños

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Un nuevo día se asomaba en Villa Sonrisa, pero desafortunadamente no era algo tan agradable para los integrantes de los Smiling Critters, puesto que aun tenían un asunto que abordar, pero principalmente estaba el tema de los niños. No podían hablar de ello enfrente de los infantes y a la vez, que no pueden desatender sus tareas, así que iniciaban el día como normalmente hacían.

Bobby y Dogday al ser los primeros de levantarse; el can había dejado al gato purpura quien se encontraba en su cama aun durmiendo, acomodando un poco mejor su pelaje y yendo a elaborar un breve desayuno para los dos. Un poco de carne principalmente y algo de beber para aplacar el hambre a lo largo del día. Bobby, por su lado hacia lo mismo, pero de forma más rápida, mientras Crafty se presentaba en su hogar, listas para iniciar sus actividades, después de una breve charla y desayuno, las dos se dirigieron hacia la pequeña guardería en su cargo, encontrándose con el can quien aguardaba por sus amigas en la puerta, los tres avanzaron para dirigirse a la cocina del lugar y comenzar a elaborar los desayunos de cada infante. Picky se hizo presente un tiempo después, junto con Kickin, Hoppy y Bubba: Picky comenzó apoyar a los otros Smiling en la cocina, dejando a cargo a Dogday y a Crafty en preparar el alimento para los bebés, mientras ella, Bobby y Bubba se encargaban del desayuno de los niños más grandes, y por ultimo Kickin y Hoppy se dirigieron a las habitaciones correspondientes a los infantes, comenzando a desapartarlos, dejando escapar de forma sutil sus aromas; Kickin a Ylang-Ylang, un exquisito aroma bastante dulce y agradable y Hoppy con su refrescante olor a menta o hierbabuena, cada niño comenzaba a despertar poco a poco, mientras saludaban a los dos Smiling, tomando sus pequeñas pantuflas, tallándose sus pequeños ojos mientras soltaban algunos bostezos y se estiraban en su lugar, de forma divertida, algunos incluso saltaban de sus camas para saltar con energía y abrazar a las criaturas sonrientes.

Entre ellos, hacían que sus otros amigos comenzaran a levantarse, por supuesto, algunos pequeños refunfuñaban deseando seguir durmiendo, terminando por levantarse con un ataque de risas producto de las suaves plumas del pollo al provocarles cosquillas o Hoppy, quien usaba sus grandes orejas para tocar suavemente sus narices y causar risitas traviesas por parte de los que fingían seguir durmiendo. Siempre era demasiado agradable despertar con los Smiling. Una vez terminada sus tareas, ambas criaturas ordenaban a los niños por edades, pidiendo que a los menores de dos años tomen sus manos y tomen las manos de sus compañeros, Kickin se encargó de llevarse a cada niño, mientras Hoppy era seguida por los niños más grandes a partir de los seis a nueve años. No sin antes, tomarse un pequeño momento para pasar a revisar a cada bebé, encontrando que la mayoría aún se encontraban profundamente dormidos y quizá algunos más activos ya comenzaban a despertarse, pero solo moviéndose un poco y estirándose, pero sin abrir del todo sus ojos, de esa manera, solo salió de la habitación en silencio. Con todos los niños en marcha, los llevaron a un gran comedor donde ya terminaban de servir los otros Smiling los desayunos correspondientes a cada uno. Los infantes, llenos de energía y felicidad saludaban a todos. Dogday de manera divertida y juguetona se acercaba a algunos de los pequeños, revolviendo sus ya desordenados cabellos y haciendo burla que deberían de darse ya un buen baño.

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