La historia es diferente, los hechos del capitulo 3 no sucedieron exactamente igual, Dogday tendrá que ayudar a Catnap en no perder la cordura. La hora de la alegría será el gran detonante de los problemas, pero ¿Qué se supone que deberá hacer el lí...
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El tren estaba llegando a la estación indicada, donde inmediatamente diferentes trabajadores y científicos comenzaron a rodear a los Smiling Critters. Soltándolos uno, por uno, pero tomando las medidas para evitar cualquier indicio de "ataque" de parte de ellos y evitarlo; iniciaron con DogDay al ser el que encabezaba el grupo y ser el líder, seguido de CatNap, después Kickin Chiken, Picky Piggy, Bubba Bubbaphant, Hoppy Hopscotch, CraftyCorn y Bobby Bearhug, siendo estas últimas al haber llegado junto a los bebés y dejándolas, esperando a que llegaran sus compañeros. La científica que había creado a DogDay le indico que entrara a su laboratorio, y dándole un vistazo por encima del hombro observo al gato purpura quien solo le dio una mirada de que estaría bien, pero la separación de ambos y en general de cada integrante le disgusto, ellos estaban bien ¿Para que debían de revisarlos si estaban de buena salud? Se pregunto internamente. Continuó siguiendo a la mujer hasta llegar a una mesa metálica.
—Parece como si fueran directos a su decapitación— Dijo la mujer riendo por la forma de actuar de los Smiling y principalmente la del can.
—Se siente así— Dijo, aun estando de pie, pero sin quitarle la vista a la mujer, que solo llevaba a su pecho, un poco por debajo de su símbolo del sol.
—Vamos, mi preciado y querido cachorrito— Sonrió hacia el can y le dio un abrazo, del cual solo hizo una mueca, pero no comento nada al respecto— Adoro que sigas conservando ese delicioso aroma a Vainilla, ¿sabes? Tengo una gran colección de toda la mercancía relacionada a tu imagen, eres el mejor de mis creaciones—Comento, hundiendo su rostro en el pecho del can.
—¿Eso no es un poco enfermo? — Pregunto el can, sin medir sus palabras viendo a la mujer que lo abrazaba como si de un peluche se tratara, aunque no lo lastimaba realmente, necesitaría hacerlo con mucha más fuerza para lograrlo, como cuando CatNap se negaba a soltarlo, no lo lastimaba, pero lo retenía y le costaba zafarse del agarre del gato. La mujer ante el comentario comenzó a reírse demasiado, y solto finalmente al can, quien solo lo miraba sin mucha gracia y gusto.
—¿Enfermo? ¿Crees que soy así? — Dijo, sacándose los lentes que tenia puestos y comenzar a limpiarlos con su bata de laboratorio, como a la vez, se limpio las lagrimas por la risa.
—Si—
—Oh, cachorrito— Dijo, entonando la ultima letra, como si le hablase con ternura— No querrías conocer lo enfermo que puede ser la mente humana, por lo menos a nivel de depravación. Di al menos que al jefe nos prohibió colocarles un sistema reproductor. Eso, si seria enfermizo, apuesto a que algunos de los científicos de aquí no solo habrían usado ese sistema reproductor en ustedes por temas de investigación, en mi caso, de haber tenido el acceso podría observar si puedo o desarrollarías el mismo ciclo en celo de los perros, pero ¿Qué seria en CraftyCorn, Picky Piggy, Bobby Bearhug o Hoppy Hopscotch? Ellas, al ser hembras— El tema del que hablaba la mujer, mientras enciende un cigarrillo era demasiado oscuro, dio una calada y expulso el humo después de un segundo— ¿intentarían ver si alguna de ellas cuatro seria capaz de reproducirse o traer a la vida a camadas? Eso, sin duda seria un tema muy interesante que ver, serian una fuente de experimentación muy interesante, además de que, el equipo de los Smiling Critters esta conformado por el cincuenta por ciento de machos y hembras, por lo que ¿Qué seria si entre ustedes fueran capaces de reproducirse?, ¿Qué monstruosidad podría salir de la combinación genética de un perro y una unicornio?, ¿De un ave y una coneja?, ¿De un elefante y una cerda? O ¿De un gato y una osa? — Se pregunto, la mente del can estaba siendo perturbada, una vez fue testigo de la reproducción humana de forma accidental, cuando iba en busca de uno de los pequeños en la estación de juegos había entrado a una especie de zona de oficinas y en una de las puertas con un cristal y que no estaba prácticamente insonorizado pudo escuchar los claros gemidos de una trabajadora mientras era fuertemente penetrada por otro trabajador.
