𝓓𝓸𝓵𝓸𝓻, 𝓐𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓛𝓾𝓳𝓾𝓻𝓲𝓪 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓐𝓿𝓮𝓻𝓷𝓸 (𝓡𝓮𝓫𝓸𝓸𝓽)

𝓡𝓮𝓵𝓪𝓽𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓱𝓲𝓳𝓪

Narra: Nifty

Aún recuerdo cuando regreso ensangrentado y con varias heridas que serían mortales para cualquier pecador o overlord existente... Yo estaba escuchando música en la radio cuando entro mientras daba un grito de dolor, alarmada fui a ver que sucedía para ver claras perforaciones en su pecho y brazos, aparte de graves quemaduras en su cuello y muñecas...Sentía que volvía a perder a mi amado padre... solo que a diferencia de la otra vez, sería frente a mis ojos.

No pude reaccionar, mis piernas no se movieron hasta volver a escuchar un quejido de su parte, rápido fui a socorrerlo y dejarlo con cuidado en el sofá, posteriormente a eso fui a buscar el botiquín con apuro y desesperación, una vez lo encontré regrese donde estaba mi padre para tratarle la mayoría de sus heridas....

Fueron horas de agonía y desesperación para ambos, temía perderlo y no saber que hacer...Para fortuna mía logre que se estabilizara... más había caído rendido por el cansancio de tolerar el dolor. Miré a mi querido padre y vi que ya no tenía esa sonrisa macabra que portaba como muestra de su atadura... solo veía un rostro serio y cansado el cual le costaba respirar.

Fue ese momento donde empecé a atar cabos y descubrí que mi padre se había enfrentado con su "señora" y por lo visto salió victorioso, puesto que ya no portaba esas cadenas casi invisibles que lo ataban.... ahora entendía el porqué de las quemaduras tanto en su cuello como en sus muñecas...él había luchado por recuperar su libertad...

Me aliviaba porque mi padre tenía de vuelta su alma... más estaba aterrada por el resultado obtenido por querer su libertad. Solo me hacía falta esperar un milagro para ver que mi querido padre no muriese y que siguiera a mi lado como me prometió.

—Por favor recupérate pa... no quiero perderte... no otra vez. —Fue lo último que dije antes de recostarme en el sillón de al lado y ver algún progreso... las horas pasaban y apenas y sus heridas empezaron a sanar por si solas... muestra de que había recuperado su poder, de igual forma seguí esperando hasta que el cansancio me arropo en sus brazos llevándome a los reinos de Morfeo.

No estoy segura de lo que paso durante mi tiempo dormida, solo sentí como era arropada, sintiendo el calor de la manta... sonreí inconscientemente recordando aquellas veces en las que mi padre me arropaba en nuestra cabaña, o cuando nos la pasábamos juntos en la chimenea, disfrutando la calidez y tranquilidad del ambiente mismo.

Abrí los ojos perezosamente, para posteriormente tallarlos intentando quitar nulamente el cansancio que sentía, a pesar de haber dormido en el cómodo sillón, no logré descansar mucho ante la amenaza de poder perder de mi padre, rápidamente pensé en él y posé mi vista al sofá solo para no encontrarlo ahí, en su lugar empecé a presenciar un delicioso aroma proveniente de la cocina.

—veo que ya despertaste mi pequeña, siéntate, ya está casi listo el desayuno—Menciono mi padre el cual ya no portaba ese disfraz de demonio, podía apreciar claramente el rostro de mi padre el cual mostraba una sonrisa cálida... ese tipo de sonrisa que solo me dedica a mí, a su amada hija...

—¿Por fin eres libre? —Mencioné con cierta intriga, queriendo saber si por fin mi padre ya no se encontraba atado a esa despreciable mujer... mi padre no dijo nada, solo removió con una espátula lo que estaba cocinando para posteriormente bajar la flama de la estufa—si... por fin rompí mis cadenas y vencí a Lilith.... Aunque a un fuerte precio... —dijo para apagar la estufa y servir el platillo realizado por él... Paraszt reggeli, un típico platillo húngaro...recuerdo cuando lo preparo por vez primera... estaba delicioso al igual que todos los platillos que cocina... como quisiera tener su sazón... Más no debería estar pensando en el platillo sino en lo último que menciono mi padre—¿a qué te refieres con un fuerte precio? —se tensó al escuchar mi pregunta, sabía bien que le había dado en el clavo y que sin importar sus excusas yo seguiría insistiendo hasta que me dijera la verdad.