𝓟𝓮𝓷𝓼𝓪𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓪

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Narra: Charlie

Cuando llegamos a la zona del estruendo lo primero que pude ver fue que habían destruido la puerta principal del hotel, Alastor parecía molesto, o eso creo por el movimiento de sus cejas y el cómo su imperturbable sonrisa parecía torcerse de una forma algo tétrica...

—Al parecer alguien esta emocionado por ser torturado... —Menciono Al mientras su sonrisa se ensanchaba más de lo común.... Yo estaba preocupada por la integridad del demonio que había osado a destruir parte del hotel.... —Alastor.... por favor... no le hagas daño, solo dale una advertencia. —Pedí casi rogando por la seguridad de aquella alma, Alastor solo soltó un suspiro para posteriormente decirme —Solo porque tú me lo pides cariño.... no le hare daño.... —Menciono para acto seguido salir del hotel al ver el causante de tal alboroto, yo opte por seguirlo para ver que cumpliera con su palabra.

Al salir del hotel lo primero que vi fue un gran dirigible demasiado ostentoso incluso para mí, alguien que le gusta ser demasiado llamativa, en dicho dirigible se encontraba un pecador con apariencia de serpiente el cuál portaba una sonrisa socarrona mientras parecía ver fijamente a nuestra dirección, más en específico a Al....

—¡Al fin nosss volvemosss a ver Alassstor! —Mencionaba el pecador arrastrando mucho la letra s.... creo que eso les pasa a todos los pecadores con apariencia de serpiente.... fui sacada de mis pensares al escuchar la voz de mi socio —Disculpa querido, pero.... ¿acaso te conozco de algún lado? —Menciono desinteresado mientras miraba sus uñas como si fuese lo más interesante del mundo.

—Oh por ssssupuesssto que sssi, Soy el gran Sir Pentiusss y essssta vez acabare contigo para ser reconocido por los Vee'sss —Menciono para empezar a mover los cañones de su dirigible apuntando al hotel, yo me encontraba algo alarmada por la situación, no obstante, Alastor parecía demasiado tranquilo.... como si fuese algo cotidiano en su vida diaria.... Solo vi como chasqueaba los dedos para posteriormente emergieran tentáculos de la superficie para atrapar el dirigible y con un simple movimiento de la mano de Al mandar a doblemente volar el dirigible lejos del hotel.

Todo había terminado, o eso creí pues al parecer Pentius se encontraba en el suelo, este rápidamente tomo el saco de Alastor arrancándole un pedazo de tela, Al no dijo nada, simplemente soltó una fuerte interferencia, rápidamente me tape los oídos mientras veía como Sir Pentius pedía piedad, yo solo mire a Alastor suplicante a que se detuviera.... Al verme borro por una fracción de segundos su sonrisa, para luego negar con la cabeza y volver a sonreír mientras me hacía una seña para entender que ya había parado...

—Tienes mucha suerte mi querida serpiente.... ... solo espero que esta escenita tuya no se repita. porque no volveré a tener piedad —Menciono Al mientras la estática en su voz disminuía hasta mostrar una voz grave de penumbra la cual me dejo tensa por el miedo que causaba esta.

Pentius solo acertó a mover su cara afirmativamente varias veces, para posterior a eso retirarse lo más rápido que su cola le dejase correr.... o mejor dicho.... arrastrarse rápido... Una vez Pentius salió de mi campo de visión voltee a ver a Alastor a forma de reproche, él no dijo nada, simplemente me observaba atentamente con esos ojos carmesís que parecían confundirse con el brillo de un rubí.... —Alastor.... más te vale no volver a hacer semejante osadía.... este hotel es para redimir y salvaguardar a los pecadores.... ¡no para amenazarlos y asesinarlos! —Al simplemente miraba sus uñas otra vez... como si aquello fuese lo más interesante del universo. —Oh lo siento querida, veras, no puedo prometerte nada, y menos de toda esta pestilencia que nos rodea... a pesar de que tus acciones para salvarlos sean nobles.... debo recordarte que no todos desean el perdón de dios... y muchos menos lo merecen. —Dijo para posteriormente chasquear los dedos y hacer que sombras humanoides emergieran de la oscuridad —Ahora bien... mis queridas amigas... les encargo reparar la puerta del hotel... y de paso protéjanlo... me debo retirar para que arreglen mi saco...dicho esto princesa... Nos vemos más tarde... —Fue lo último que me dijo antes de que se hiciera humo frente a mis ojos....

Después de aquello llegaron Angel y Nifty, los cuales parecían haber visto todo el teatro que armo Alastor y Sir Pentius fuera del hotel, en mi caso, suspire resignada por las palabras recibidas por parte de mi socio.... Si bien sabía que la redención no era merecedora para todo pecador, yo quería salvaguardar la integridad de mi pueblo a pesar de lo que pensaran los demás de mi actuar.... Aunque tras ser golpeada por la realidad, más el engaño que recibí por parte de aquella persona a la que alguna vez llame pareja, me han hecho dudar de mi sueño... ¿Realmente puedo salvarlos? ¿Debería siquiera salvarlos?

Pienso en Angel, él cuál parece no haber cometido pecados fuertes o merecedores de terminar aquí.... lo cual me hace creer en la posibilidad de que dios lo perdone y le habrá la puerta a su reino.... Y luego pienso en demonios como lo era mi exnovio Sevathian.... Valentino o Vox.... Los cuales ponen en duda mi idea.... ¿Realmente puedo redimir siquiera a un pecador? ¿O solo terminare siendo una demente como aquella emperatriz de nombre Carlota?

Eran tantas dudas y pocas respuestas las que tenía, las cuales a su vez me estaba agobiando... motivo por el cual, opte por retirarme del sitio donde me encontraba.... ignorando lo que sea que me haya dicho Angel, Nifty o Husk al entrar al hotel.... Necesitaba una ducha fría para mantener alejados todas esas inquietudes las cuales me estaban carcomiendo el alma.

Llegué a mi habitación y cerré con seguro la puerta de esta, en mi cama se encontraban mis dos cabritas razzle y dazzle los cuales se notaban preocupados por mi estado de ánimo, lo cual para cualquiera sería fácil adivinar que estoy en un estado decadente.... sé muy bien que soy fácil de leer cual libro para niños... y la verdad no me molesta.... bueno... no siempre me molesta, más en esta ocasión es una de esas tantas excepciones donde la mínima pizca de preocupación hacía mi persona me produce nauseas.

Necesitaba urgentemente aquella ducha, sin decirles siquiera algo, razzle y dazzle prepararon tanto mi nuevo conjunto de ropa como mi tina helada.... Si fuera por mi hasta le pondría hielos para dejar de pensar. Decidí quitarme mi traje, que me parecía molesto ahora, me iba deshaciendo de cada una de mis prendas hasta quedar desnuda, entre a la tina disfrutando del frío acogedor del agua... poco a poco mis inquietudes iban desvaneciendo, quedando solo el suave sonido del agua por mis movimientos y relajación total.

El placer que me ocasionaba en este momento era tal que perdí la noción del tiempo, disfrutando del momento... y hubiera sido así si no fuese por la pregunta que empezó a surgir en mi cabeza ¿Por qué Alastor me parece alguien tan familiar? Desde que lo vi por vez primera... su presencia no me molesto en lo absoluto.... admito que me asusto.... después de todo, ¿A quién le parecería normal recibir frente a la puerta de tu hotel al demonio más sanguinario del infierno? Un demonio que no te lo imaginarias aparecer en un lugar como un hotel salvo a menos que intente saciar su sed de sangre...

No obstante, su rostro.... me parecía tan.... cercano... como si ya lo hubiera visto, hace años.... sus expresiones, su andar... son tan... familiares, incluso su lenguaje corporal me parecía tan conocido y a su vez... tan distante... Pero ¿cómo era posible? Apenas y lo conocí frente a frente unos días y ya parece como si lo conociera de toda la vida.

La pregunta de mi cabeza me dejo desconcertada, sin encontrar una respuesta satisfactoria a dicha duda que arruinaba mi momento tranquilizador. Decidí terminar mi ducha saliendo de la tina y secando mi cuerpo mojado, sintiendo como la tela de la toalla se desplazaba por mi cuerpo, arropando con su calor mi fría piel, la cual buscaba con anhelo cobijo ante el frio que empezaba a erizarme y ocasionarme temblores.

Al terminar de secarme, me puse con calma cada prenda de mi ropa, primero fueron mis bragas.... luego mi sostén, para posteriormente seguir con mi pijama y para finalizar, secar mi largo cabello para descansar un rato.... después de todo la noche ya había presenciado y la verdad me encontraba poco dispuesta para salir siquiera a decir buenas noches a los demás...

Una vez lista, me tumbe en mi cama y admire por una fracción de segundos del techo de mi cuarto, pensando en mi pasado... mi presente y mi futuro.... los cuales parecían inciertos y llenos de obstáculos difíciles de sobrellevar, más no pensaba rendirme... no después de todo lo que he vivido... y menos ahora que tengo apoyo.

—Voy a demostrar que todos merecen ser perdonados y salvados... sobre todo tú.... Alastor —Fue lo último que dije antes de caer rendida ante el reino de Morfeo siendo atrapada por un sueño tan dulce como fresa.... Un sueño de esperanza, un sueño de fe.... un dulce y hermoso sueño....

Continuara... 

𝓓𝓸𝓵𝓸𝓻, 𝓐𝓶𝓸𝓻 𝔂 𝓛𝓾𝓳𝓾𝓻𝓲𝓪 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓐𝓿𝓮𝓻𝓷𝓸 (𝓡𝓮𝓫𝓸𝓸𝓽)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora