La última vez que Becky y yo estuvimos en una competencia, estaba usando un precioso vestido negro con un listón dorado y yo un traje con tirantes.
Todo lo contrario al vestido que estoy usando ahora. No me incomoda en lo absoluto, solo es curioso ver cuanto han cambiado las cosas desde entonces y más aún, desde la primera vez que estuve en un escenario con Becky.
Cómo de apenas voltear a verla ahora no puedo quitarle los ojos de encima y cómo ella de temerme ahora no puede dejar de sonreírme.
Me asomo por un resquicio de la cortina e inspecciono el lugar, estoy buscando a una persona en particular: Carmen Tibideux.Ayer la llamamos, precisamente para confirmar el viaje. Número de vuelo y hora de llegada; pero la Tibideux no se ve por ningún lado e incluso Lux que me ha visto- se encoje de hombros y me brinda una mirada preocupada, se inclina hacia el frente y luego se levanta un poco para buscarla en los asientos de atrás.
Claro que no se sentaría atrás. Le hemos reservado un lugar en las primeras filas para que pueda apreciar mejor el show, qué digo show, apreciar a Rebecca Armstrong. Suspiro nerviosa y cierro la cortina.
B: No ha llegado ¿verdad?-.
Escucho a mi espalda y al girarme me encuentro con el tercer rostro preocupado de la noche.
F: No-.
Respondo simple y llanamente... porque no sé qué más agregar para calmarla.
No creo que Carmen sea informal, no creo que juegue así con el tiempo y el dinero de las personas; pero en el creer y el ser hay una
distancia considerable, así que bien pudo habernos visto la cara de tontos (por no poner una palabra más fuerte).Me abraza y pone su cabeza entre mi hombro y mi pecho, le acaricio el cabello y trato de tranquilizarla.
F: Relájate, seguramente está atorada con el tráfico-.
B: Debimos de mandar a alguien de confianza a por ella-.
Se quita de mi abrazo y me mira a los ojos -
B: Qué tal que no viene? Que no entro a NYADA-.
Le tomo las manos y las sostengo fuertemente entre las mías.
F: Siempre tendrás la oportunidad de intentarlo de nuevo, estoy segura que lo lograrás hoy, que Carmen vendrá...-.
En realidad a cada segundo dudaba más y más que llegara.
B: Pero y si no?-.
Interrumpió.
F: Hey! Sé positiva-
Urgí
F: Pero si no, entonces te vas a Nueva York conmigo, rentamos un departamento y en ese tiempo tú estudias otra cosa, clases de baile o actuación en Broadway, sabemos que las hay-.
Le beso la frente y al separarnos cada una inspecciona si no hay moros en la costa.
Sí, hoy les diremos a los del club, pero ya que estemos todos reunidos.
Ya quiero ver la cara de Nopendejo cuando se entere, cuando sepa que su ex novia no regresó con él por estar conmigo.
Ardo en deseos de destrozarlo, de ver que sufra; venga, no soy una santa y con él me gusta más bien ser malvada.No sé, simplemente hay personas que no soporto que entre más conozco, más las quiero lejos de mí, él es una de esas personas; hasta Saint es más simpático... creo que se debe también a que por lo menos demuestra unas cuantas señales de inteligencia. Algo que definitivamente no puedo decir de Nop.
B: Estás lista para decirles?-.
Me pregunta después de ver que el señor Ted pasa frente a nosotras. Trago saliva.