Por una noche que solo puede ver a su querida estrella bailar con esa luna plateada.
No creí nunca en el amor, no creí en la conexión entre dos astros, no creí en leyendas de almas gemelas, en hilos rojos y mucho menos en caminos del destino.
Me enamore de ti, y tú de el, y aún cuando lo odie por tener ese corazón tuyo que tanto anhele en mis momentos más bajos, no pude evitar notarlo. Esa forma que tienen de brillar juntos, el cómo sus simples charlas parecen canciones, el como esos gestos al caminar páresen bailes ensayados con meses de antelación, el como se complementan, el como encajan, el como se adoran, el como simplemente se aman. Dolió reconocerlo, pero descubrí las almas gemelas cunado mi adorada estrella encontró a su perfecta luna, ojalá el destino sea piadoso, y su hilo se corte y se una con el mío, te amare aún que no deje de doler, por qué nadie dijo que amar era fácil, y nadie dijo que por amar eres merecedor de amor
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Insomnio.
RandomPequeños textos de práctica que escribo durante mis noches de insomnio.