Cosa en peligro de extinción [Tom Riddle]

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Sirius observó como Harry y Tom bailaban . Harry estaba sonriendo y riendo mientras Tom lo hacía girar por el suelo, más dramático de lo necesario en algunos casos únicamente para provocar más risas de Harry. Tom parecía disfrutar provocando la risa tanto como Sirius disfrutaba escuchándola.

A medida que avanzaba la noche, Sirius se sintió más tranquilo acerca de su decisión de permitir el noviazgo.

Fue inesperado ver a Harry divirtiéndose tanto, y nada menos que con el normalmente frígido Tom Riddle Jr. Muchos quedaron sorprendidos por lo que vieron esta noche. Era un lado del heredero del Señor Oscuro que pocos sabían que existía, y mucho menos pudieron presenciar.

A Sirius le preocupaba que el rostro valiente de Harry desapareciera una vez que entraran al salón de baile. Harry había evitado eventos sociales pasados ​​y la familia había decidido no forzar el asunto. Harry nunca más se vería obligado a hacer nada.

Sirius había vigilado de cerca a Harry toda la noche, buscando cualquier señal de que pudiera estar abrumado, pero Tom se mantuvo cerca y las pocas veces que Tom fue apartado, un miembro de la familia estaba allí para mantener a Harry entretenido. Harry había bailado con Draco, Regulus, Bellatrix, Narcissa e incluso Rabastan. Sus amigos Neville Longbottom y Susan Bones también le pidieron que bailara y le permitieron a Harry practicar la dirección de bailes más sencillos.

Al ver a Harry entenderlo tan fácilmente, Sirius deseó ahora haber pensado en enseñarle a Harry a bailar. Quizás entonces Harry habría aceptado más invitaciones a eventos sociales. Al propio Sirius no le importaba, pero sorprendentemente Harry parecía disfrutarlo mucho ya que accedía a cada baile que le pedían sus amigos o familiares. Apenas se había detenido en toda la noche excepto cuando Tom lo llevó aparte para beber o comer.

Algunos otros se habían acercado, pero Tom estaba demostrando ser un buen amortiguador, y a Harry no parecía importarle que Tom los rechazara en su nombre. Harry era demasiado amable para su propio bien a veces y no habría podido negarse. Sirius se alegró de que Tom pareciera comprender la naturaleza de Harry y ya era protector con cualquiera que intentara aprovecharse.

Harry nunca quiso que nadie se sintiera decepcionado con él. Un subproducto del abuso que había sufrido. En lugar de volverse negativo, enojado y amargado hacia los demás, Harry se volvió todo lo contrario. Su amabilidad y empatía a veces dejaban a Sirius asombrado. Algo bueno, supuso Sirius, pero también dejó a Harry vulnerable a aquellos que se aprovecharían de una personalidad amable como la suya.

"Nuestros hijos encajan bien, ¿no crees?" El Señor Oscuro habló mientras se acercaba a Sirius para ver a Tom girar a Harry nuevamente. El baile no requería tantos giros, pero Tom parecía disfrutar la forma en que Harry se aferraba a él y la risa que siguió.

"Admito que no estaba seguro de nada de esto al principio", habló Sirius, aunque había expresado su opinión varias veces, por lo que no fue una sorpresa para el Señor Oscuro. “Por supuesto, sabes que Harry tuvo una infancia difícil antes de que lo encontráramos. Ha sido un largo camino hacia la recuperación. No sé si alguna vez sanará por completo, pero también sé que no puedo protegerlo de más angustia si está por llegar. Tu hijo parece genuino en sus intenciones y Harry está feliz”.

Sirius miró al hombre poderoso a su lado, un poder que Tom Jr. compartía y que crecería y aprendería a ejercer como lo hizo su padre. No estaba de acuerdo con todo lo que el Señor Oscuro hacía o representaba, pero no podía negar su poder y la seguridad que podía ofrecerle a Harry. A pesar de sus defectos, era bien sabido que los Señores Oscuros se ocupaban de los suyos.

“Eso es todo lo que pido, todos los deseos de la familia: que Harry permanezca feliz y seguro. Si su hijo puede hacer eso, no tendrá ningún problema con nosotros”. El Señor Oscuro lo miró y Sirius se mantuvo firme bajo su mirada. Respetaba a este hombre, pero Sirius no le temía como la mayoría. Los Black eran aliados, no seguidores, y hay que reconocer que el Señor Oscuro nunca los había tratado como tales.

"A tu hijo nunca le faltará nada, te lo puedo asegurar, y aunque tenemos nuestros enemigos, su seguridad es primordial", finalmente habló el Señor Oscuro mirando hacia la pista de baile. "Lo único que le exigiré es su lealtad hacia mi hijo".

"¿A ti no?" Cuestionó Sirius afortunadamente capaz de ocultar la sorpresa en su voz.

“Tom es muy parecido a yo a esa edad. Confiado, poderoso y motivado. Puedo asegurarle que no renunciará a su decisión de cortejar a su hijo. Algunos podrían llamar a esa obsesión un defecto de personalidad, otros simplemente la llaman… ambición”. El Señor Oscuro pareció encontrar eso divertido mientras sonreía y sus ojos brillaban con algo parecido a la diversión, pero incluso su diversión tenía un toque agudo y mortal.

“Tom seguirá mis pasos y algún día ocupará mi lugar. Lo he moldeado a mi imagen y él es... impecable . Se merece algo que sea exclusivamente suyo. Algo que no puedo tocar ni influir. La naturaleza única de su hijo puede parecer débil para aquellos demasiado insignificantes para comprender tal don, pero comprendan que yo no soy una de esas personas”.

A pesar de la siniestra forma en que fue dicho, Sirius lo tomó como un cumplido. El Señor Oscuro tenía una personalidad peculiar a la que le llevó algún tiempo acostumbrarse. Había que escuchar atentamente sus palabras para entender si su vida estaba en peligro o si estaba alabando. Por lo demás, nunca hubo mucha emoción en su voz o rostro.

“Harry ya ha experimentado las atrocidades de la vida. Su fuerza interior fue puesta a prueba. Su hijo no puede dejarse influir en sus creencias o devoción. Se convertirá en la persona más importante e influyente en la vida de Tom, incluso más allá de mí, y mi hijo ya tiene suficiente oscuridad a su alrededor. Harry será su luz”.

Sirius sonrió hacia su bebida. "Eso es exactamente lo que es... una luz".

Un segundo después, el Señor Oscuro fue apartado y Regulus se acercó para ocupar su lugar. “Eso pareció ir bien. No estaba seguro de si debía estar preparado para que sacaran varitas o no”, bromeó incluso mientras sus ojos continuaban escaneando a la multitud alrededor de Harry y Tom.

"Supongo que no es tan malo", admitió Sirius encogiéndose de hombros.

Regulus puso una mano sobre su pecho y jadeó con fingido asombro. “¿Realmente acabo de escuchar lo que creo que escuché? Por favor repítete. Debo haber escuchado mal”.

Sirius puso los ojos en blanco. “Aún soy un sociópata homicida, pero mientras estemos de acuerdo con respecto a Harry entonces no debería haber problemas entre nosotros. Parece querer lo mejor para su propio hijo. Eso es tranquilizador. No estaba tan seguro de que ese bastardo sintiera algo.

"A pesar de los rumores y lo que la gente pueda pensar, el Señor Oscuro sí se preocupa por su hijo", se defendió Regulus como siempre lo había hecho cuando Sirius o alguien hablaba negativamente hacia la personalidad del Señor Oscuro.

Sirius miró a su hermano por un momento. No era tan poco observador como a Regulus le gustaría creer. Había tenido sus sospechas durante años. “¿Eso es todo lo que le importa?”

Fue el turno de Regulus de quedar fascinado por su bebida. "Quizás todo lo que es capaz de hacer... pero ¿quiénes somos nosotros para intentar comprender una mente como la suya?"

Sirius habría dicho más, pero Harry de repente estaba frente a él sin aliento, riendo y tirando de los brazos de Sirius. "¡Ven a bailar conmigo! No has bailado en toda la noche.

"Oh, no, niño, tengo dos pies izquierdos", protestó Sirius con una risa propia, pero de todos modos estaba permitiendo que Harry lo arrastrara a la pista de baile. Nunca le negaría a Harry ninguna pequeña felicidad, incluso si hiciera el ridículo.