Cosa en peligro de extinción [Tom Riddle]

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Sirius levantó la vista cuando alguien apareció cerca. No esperaba a nadie más, pero no se sorprendió al ver a Tom Riddle Jr. caminando hacia él, con paso decidido y expresión de irritación apenas contenida. "Parece que finalmente escapaste de tus manejadores", comentó mientras el joven se acercaba.

"Tontos incompetentes," siseó Tom, sonando tan parecido a su padre, el Señor Oscuro, Sirius, que apenas pudo contener una sonrisa. "Si mi padre realmente deseaba mantenerme alejado, debería haber enviado a cualquiera excepto a Yaxley y Donovan para cuidar de mí".

Sirius examinó a Tom con ojo perspicaz. Tom estaba vestido apropiadamente para la ocasión con ropa liviana que facilitaba el movimiento rápido y botas prácticas que podían manejar terrenos difíciles. El bosque encantado prohibía las apariciones, y una vez que Regulus hiciera la señal, tendrían que navegar rápidamente a través de los densos árboles y las raíces enredadas. No sería un viaje fácil.

Sirius había notado que varios Aurores en su grupo carecían de la resistencia necesaria; su comportamiento sugería que pasaban demasiadas horas detrás de escritorios en lugar de capacitarse en el campo. Incluso Lucius parecía mejor preparado, aunque Sirius no pudo evitar poner los ojos en blanco cuando lo vio poniéndose una capa de piel de dragón a unos metros de distancia. La capa podría ofrecer cierta protección contra las amenazas menores del bosque, supuso Sirius, pero la piel de dragón sería fácilmente destrozada por las garras de un hombre lobo y sólo serviría para agobiar al hombre.

"¿Alguna vez has entrenado para luchar contra un lobo, chico?" Preguntó Sirius, su tono insinuaba tanto curiosidad como preocupación. Sabía que el Señor Oscuro había entrenado rigurosamente a su hijo en varios escenarios de duelo desde que el niño era pequeño. El hombre tenía demasiados enemigos como para permitir que su hijo no estuviera preparado. Tom Jr. incluso había recibido entrenamiento de Regulus hasta cierto punto, pero no estaba seguro de que el niño tuviera algún conocimiento del mundo real y los hombres lobo eran un desafío diferente, uno que podría haber sido pasado por alto por el Señor Oscuro.

"Mi padre tiene muchos aliados y enemigos. Estoy familiarizado con sus métodos y su magia", respondió Tom, con los brazos cruzados en una postura defensiva que subrayaba su juventud. A pesar de su formidable conocimiento y poder, Tom todavía era sólo un adolescente. Sirius sabía que debería haber instado a Tom a regresar a la seguridad de Riddle Manor, pero también sabía lo inútil que sería. Recordó sus propios y obstinados años de adolescencia; no había manera de que se hubiera quedado atrás.

Además, Harry se sentiría aliviado de ver a Tom una vez que lo rescataran, y de hecho lo rescatarían. Sirius no podía considerar ningún otro resultado, y por la mirada tensa en el rostro de Tom, supo que el joven mago sentía la misma urgencia. Harry ya había estado desaparecido por suficiente tiempo.

"Quédate cerca de mí, ¿de acuerdo? Es la única manera en que te dejaré entrar", instruyó Sirius, su mirada intensa mientras observaba a Tom hasta que recibió un fuerte asentimiento en respuesta. "Regulus está abriendo un camino para nosotros. Haciéndolo lo más seguro posible para que lo sigamos, pero una vez que estemos dentro, no te desvíes de él, sin importar lo que veas u oigas. El bosque intentará engañarnos. Recuerda, la magia de los lobos alcanza su punto máximo en los días previos a la luna llena. Ellos controlan este bosque. Su fuerza y ​​velocidad serán incomparables; una simple maldición de aturdimiento o bloqueo de piernas no será suficiente. para detenerlos: quemarlos, cortarlos... usa tu imaginación, y si recurres a la maldición asesina, no asumas que están muertos. Si no es lo suficientemente poderosa, es posible que solo los aturdas por un momento.

Sirius estaba seguro de que Tom ya estaba consciente de todo esto, y el niño probablemente podría lanzar una Maldición Asesina lo suficientemente fuerte como para matar a un hombre lobo, pero hay que reconocer que el joven mago escuchó atentamente y asintió. "¿Tienes algún arma contigo?" Preguntó Sirius, mirándolo críticamente.