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Tom hizo una mueca mientras se quitaba el vendaje de la caja torácica, dejando al descubierto la piel dañada de su lado izquierdo. Las marcas de los pinchazos variaban en profundidad, algunas irregulares y profundas, otras poco profundas, donde Regulus había roto el agarre de Greyback antes de que el hombre lobo pudiera tomar medidas drásticas por completo. Líneas negras comenzaron a extenderse desde la herida, un claro recordatorio de que no se trataba de una herida normal y que dejaría una cicatriz cruel, sin importar el resultado de la próxima luna llena.

Una oleada de ira abrumadora lo recorrió, un impulso de romper el espejo frente a él y todo lo que estuviera a su alcance. Luchó por reprimirlo, empujando la confusión emocional al fondo de su mente y apretando los dientes en señal de resistencia. Tom siempre se había enorgullecido de mantener el control sobre sus emociones y estaba decidido a no renunciar a eso ahora, incluso con estos nuevos instintos salvajes arañando su resolución.

Tom respiró hondo, cerró los ojos y se concentró en su interior. Una lenta sonrisa cruzó sus labios cuando la encontró acechando en los oscuros rincones de su mente. Esta oscuridad no era nada nuevo; siempre había sido parte de él, pero ahora parecía estar tomando forma. Una bestia gigante, sombría y de ojos rojos gruñía y caminaba delante de él, anhelando ser liberada de sus confines.

Tom se rió entre dientes cuando la sombra se abalanzó sobre él, deteniéndose a escasos centímetros de distancia como si estuviera atrapada por una barrera invisible. Encontró su mirada roja con su propia mirada fría. Se miraron a los ojos durante un largo momento, la bestia gruñó y rugió antes de retroceder lentamente, sus gruñidos se fueron apagando hasta el silencio como si sintiera la inutilidad. Tom no tenía miedo. Su dominio sobre sí mismo era absoluto, tal como su padre le había enseñado, y eso no cambiaría ahora. No lo permitiría, mientras la bestia se retiraba a las sombras.

Tom sabía que mantener el control sería una lucha en las próximas semanas y que el verdadero resultado de su situación seguiría siendo incierto hasta la próxima luna llena. Sin embargo, estaba decidido a no sucumbir tan fácilmente a la bestia ni a su propia desesperación. Se esperaba el poder que podía sentir irradiando de la bestia dentro de él, ya que se había manifestado a partir de su propio poder y oscuridad, pero estaba decidido a no permitir que lo dominara.

Tom siempre había sido un depredador, una personalidad alfa, superior y poderosa en todos los sentidos. Estaba familiarizado con los instintos mucho antes de que el lobo comenzara a formarse. No era necesario cambiar nada ahora ni en el futuro si se convertía en la bestia, aunque no tenía intención de convertirse en ella. Encontraría una forma de evitarlo.

Mientras tanto, Tom se dio cuenta de que si quería seguir teniendo acceso a su amada, tendría que mantener un control impecable de sí mismo y de la bestia en las próximas semanas. Cualquier desliz podría hacer que sus padres le impidieran a Harry estar cerca de él, lo cual simplemente no debía suceder. Tom necesitaba a Harry más que nunca. Reconoció que su amado era a la vez un bálsamo y una debilidad que siempre recibiría con agrado.

Tom volvió a colocarse las vendas, silbando cuando el dolor se apoderó de él a causa de la mordedura. Era un dolor con el que tendría que aprender a vivir en los próximos días y semanas. Una mordedura de hombre lobo no sanaría hasta después de que se produjera la transformación, si es que se producía. Tom consideró la posibilidad de aplicar un hechizo sobre sí mismo. Detestaba lo pálido y enfermizo que ya lucía, pero mantener esa magia a largo plazo solo lo debilitaría aún más frente a los síntomas de la infección.

Tom levantó la vista cuando la puerta se abrió con un crujido. Pocos se atrevían a entrar sin permiso, así que no le sorprendió ver a Regulus entrar silenciosamente en la habitación. Tenía sentido que estuviera allí; después de todo, Regulus se preocupaba por Harry y era el único adiestrador al que Tom nunca había podido escabullirse.

Cosa en peligro de extinción [Tom Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora