Cada que mencionan algo relacionado con el color rojo, automáticamente digo que no me gusta. Jamás me ha gustado.
La razón es muy curiosa.
Lo asocio con cosas malas, para mí, el rojo me recuerda a:
El dolor.
La angustia.
La desesperación.
Las heridas.
La sangre, claro
El maltrato.
La ira, molestia, rabia y enojo.
A la locura. Pero no la buena, sino la que es deprimente, la que destruye.
También a desgracias, tragedias.
La toxicidad.
A la enfermedad.
El miedo.
El terror.
A lo que no tiene solución, a cuando sientes que no hay salida.
La obsesión.
La confusión.
Las injusticias.
Pero la pasión me es vinotinto, el amor me es rosado.
Así que por eso, no me gusta el rojo.
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¿Has visto a un colibrí?
Поэзия¿Has visto un colibrí? Yo lo estoy buscando pero no sé si quiero encontrarlo Mi curioso diario