Un día la curiosidad le ganó, pensó ¿porqué no? y decidió abrir un libro de portada reservada que solo te daba dos detalles relucir.
Avanzaba de forma tranquila mientras él leía cada día un poco más, había momentos en el cuál los escritos lo atrapaban pero después alzaba su mirada y no volvía a abrir el libro si no muy de vez en cuando para echarle un pequeño vistazo. A veces solía doblar las hojas sin darse cuenta, sin embargo jamás le dió importancia a estos actos.
Pasa un tiempo para que quiera volver a leerlo en serio. Pasó un tiempo para volver a dejarse capturar por la trama sin darse cuenta; cuando estuvo más sumergido que nunca, en un descuido, lo perdió.
Lo busco sin descanso durante días, se dio cuenta que no fue hasta que no lo tuvo consigo cuan especial para él era.
Una noche lo consiguió, pero tampoco se fijó que se había perdido una página del libro que nunca más sería capaz recuperar sin importar el creer saber que había sucedido según la perspectiva de él; cómo prueba de ello siempre estuvo presente la marca dónde solía estar aquella página.
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¿Has visto a un colibrí?
Poesie¿Has visto un colibrí? Yo lo estoy buscando pero no sé si quiero encontrarlo Mi curioso diario