Part:9

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La esposa del Sultán Ahmed, tras recibir la última y amenazante carta de Murad, se encontraría en una posición de extrema vulnerabilidad.

Con la carta del Sultán Murad en sus manos, la esposa del Sultán Ahmed siente el peso de su situación. La amenaza de inmovilidad, más que el miedo a la muerte, la llena de una desesperación silenciosa. Sin embargo, en el núcleo de su ser, la determinación de sobrevivir arde con una intensidad que no puede ser sofocada.

"Si el destino es estar confinada a una cama," piensa, "entonces desde esa cama dirigiré mi batalla. No hay veneno capaz de paralizar la mente que se niega a rendirse."

Con una resolución que desafía su frágil estado, convoca a los pocos leales que le quedan. Juntos, comienzan a idear un plan no solo para contrarrestar el veneno, sino también para protegerse de futuros ataques. "Murad puede controlar mi cuerpo, pero no mi voluntad," les dice con una voz que, aunque debilitada, lleva el mando de una líder nata.

La esposa del Sultán Ahmed sabe que la lucha por el poder es un juego largo y que cada día que sobrevive es una victoria. Aunque su cuerpo pueda estar confinado, su influencia y su astucia siguen siendo armas poderosas en el juego de tronos del imperio otomano.

Sultán MuradDonde viven las historias. Descúbrelo ahora