La trama se vuelve aún más compleja y peligrosa con esta revelación. La esposa del Sultán Ahmed, ahora enfrentada a su propio marido y a su suegra, la Sultana Kösem, tiene un pasado oscuro y motivos para temer por su vida y la de sus hijos.
En el silencio de la noche, la esposa del Sultán Ahmed reflexiona sobre su pasado. Los intentos de asesinato que cometió en su juventud, impulsados por la ambición y el deseo de poder, ahora vuelven para atormentarla. La Sultana Kösem, una mujer de astucia y poder incomparables, había sobrevivido a esos intentos, y su hijo Murad había heredado su fuerza y determinación.
La esposa del Sultán sabe que su posición es precaria. Aunque una vez fue la favorita del Sultán, ahora se encuentra en una red de conspiraciones y venganza. La carta de Murad no es solo una advertencia; es un recordatorio de que su pasado podría destruir su futuro.
Con la amenaza de Murad acechando en las sombras, la Sultana decide actuar. No puede permitir que su pasado determine su destino ni el de sus hijos. En un acto de desesperación y valentía, convoca a sus aliados más leales, aquellos que han permanecido en las sombras, esperando el momento de resurgir.
“Esta noche, debemos actuar”, les dice con voz firme. “El Sultán Murad no descansará hasta vernos caer. Pero no seremos presas fáciles. Tenemos que ser astutos, rápidos y despiadados. Por el bien de mis hijos, por nuestro futuro, debemos dar el golpe primero.”
Sus aliados asienten, comprendiendo la gravedad de la situación. La Sultana les entrega una lista de nombres, aquellos que aún son leales a Murad y que podrían ser una amenaza para su seguridad. “Estos son los que deben ser silenciados”, dice. “Háganlo rápido y sin errores. La noche nos cubre con su manto, y bajo su protección, llevaremos a cabo nuestra venganza.”
Mientras sus aliados se dispersan en la oscuridad, la Sultana se retira a sus aposentos, donde sus hijos duermen tranquilos, ajenos al peligro que los rodea. Ella se acerca a sus camas, besa sus frentes y susurra una promesa: “Nada os pasará mientras yo viva. Eso os lo juro.”
La lucha por el poder en el palacio está lejos de terminar, y la Sultana está dispuesta a hacer lo que sea necesario para proteger a su familia. La historia continúa, tejida con hilos de traición, amor y una determinación inquebrantable.
