—Entonces sobreviviste… Vamos Em, tampoco es para entrar en depresión solo por un día duro.
—Lo mismo le dije yo. Pero ya conoces a tu hermana. Terca como una mula ciega.
Asesiné con la mirada a Sab y recoloqué el teléfono para que solo Alice pudiera verme a mí y no aquella usurpadora de mis Cheetos.
Sab respondió sacándome la lengua mientras retomaba el maratón de anime de los noventa en el portátil que descansaba sobre la encimera de la cocina.
—Vamos, Em, todo se solucionará una vez que te gradúes. Nadie dijo que sería fácil o sí.
Alice debería cambiar su profesión de modelo de pasarela por psicoanalista profesional. De hecho esa era la segunda carrera que siempre quiso estudiar. Pero mientras siguiera bajo la mirada de nuestra madre, la alta costura iría primero.
—Lo sé, pero aún así no me saco de la cabeza que mañana tendré que volver a ese maldito lugar. Si tan solo hubieras visto a ese demonio. Es más bastardo en persona que frente a las cámaras.
Alice comenzó a reír sonoramente despeinando su dorada melena, mientras yo hacía un puchero recordando mi tormentoso día. Aun podía sentir la intensidad de la mirada oscura del CEO de A&B Inc.
El tiempo congelándose dolorosamente mientras mi cerebro se rehusaba a conectarse y salía la primera estupidez que habitara en mi resentida conciencia.
—¿Y a usted quién rayos le pidió opinión? ¿Acaso sabe mejor que ella hacer su trabajo? De hecho ahora que recuerdo, Sora suele ser torpe pero no tanto…
Debería solo cerrar los ojos como los niños pequeños y decirme a mí misma que si no lo veo él no me ve. O mejor aún fingir demencia y forzar la puerta el ascensor lo antes posible. Pero no fue ni lo uno ni lo otro. De todas las posibilidades que se podían haber presentado, opté por el camino de la violencia.
—Soy Emma Pierce y desde hoy formaré parte de los pasantes de su empresa. Señor Anderson y si me permite…—casi le arranqué la servilleta a la menuda mujer que me miraba a punto de un paro cardiaco—Con esto puede ahorrarse algo de su lavandería…
“¿Pero quién demonios me había poseído y por qué terminaba de colocarle la servilleta sobre la mancha de café que adornaba su camisa?”
Un tic nervioso pareció ocuparse de la ceja izquierda del CEO mientras me veía como la última rareza de este universo. Para mi buena suerte y nótese el sarcasmo, las puertas del ascensor se volvieron abrir con ese irritante tintineo.
El señor Anderson aun intentaba procesar mis acciones y creo que yo también cuando sentí el tirón en mi muñeca libre. Felix estaba del otro lado con una expresión de ultratumba.
—Disculpe su atrevimiento señor Anderson. Es una de las pasantes que serán presentadas en la junta de hoy y apenas posee sentido de la orientación.
La voz pausada del rubio pareció desviar la atención del señor Anderson fuera de mi sonrojado rostro y fue entonces que percibí cuanto había dejado de respirar por unos instantes.
—No tienes que ser tan ceremonioso, y que conste que lo dejaré pasar por ahora porque eres el hermano de Luke. Solo cuida que esta mocosa no incendie mi empresa antes de ser oficialmente admitida.
Felix asintió y segundos después la figura del CEO abandonaba el ascensor seguido de su nerviosa asistente.
—Jesús Cristo, en serio nací un martes trece.
Dejé que el oxígeno volviera a circular en mis pulmones y me gané la mirada enfurruñada de Felix. No hacía falta que dijera nada. Estaba en problemas, que ahora también le afectaban a él y solo se me ocurría soltar barbaridades. Aun en silencio y con el corazón en la boca nuestro viaje culminó en la planta treinta y tres.
ESTÁS LEYENDO
•TODO x JUN•BDW#1#PGP2024
ChickLit"Del uno al diez Emma sabe que lleva un once de ganas de asesinarle. De hecho ese pensamiento ha estado en su cabeza desde la primera vez que lo vio. "Aceptable Pierce, pero aun no llega al estándar que queremos ¿Segura que quiere especializarse en...