Un Amor Predestinado || Giyuu Tomioka || Au Modern (Editada)

||•19•||:¿quieres casarte conmigo?

Pov's Giyuu.

Di vueltas en la cama y terminé por caerme de esta, estaba envuelto en las sábanas y escuché como golpeaban la puerta y tocaban el timbre.

──Ya voy...── hablé ronco y me puse de pie, dejando las sábanas en el piso de la habitación. Frotaba mis ojos mientras bajaba con cuidado por las escaleras hasta llegar a la puerta. ──¿Quien es?.

Al acostumbrarme a la luz, pude ver a ___, la cual lucía... Bastante mal.

──Ya.. volví── entro mientras arrastraba la maleta y cerre la puerta para acercarme hasta ella.

──¿Estás bien?── pregunte mientras la seguía, dejo caer su maleta y se giró hacia mí.

──¿Y cómo la pasaste?── pregunto como si nada.

Sabía que algo tenía, su expresión me lo decía todo, algo paso con su padre.

──¿Está todo bien?── asintió, y poco a poco comenzó a llorar ──ven aquí...── la tome por los hombros para acercarla y abrazarla, mientras que ella solo lloraba en mi hombro.

Acaricie suavemente su espalda dándole palmadas, al igual que le di un beso en su cuello y su mejilla. Podía sentir cómo su cuerpo temblaba.

[...]

Deje que se acostara a descansar, estaba sin dormir por horas y esto no era saludable para ella. Mi corazón se destrozaba al verla en ese estado, me gusta más verla feliz y riéndose de casi todo lo que pasa a nuestro alrededor.

Me arrodille en la orilla de la cama y la mire dormir, pase uno de sus mechones tras su oreja y pase mi pulgar por su mejilla. Se veía tan linda dormida, tan relajada y segura mientras dormía.

──Todo estará bien, estoy aquí contigo── murmure y pegue mi frente con la suya ──no llores más.

Escuchaba su suave respiración y sus pequeños ronquidos.

El timbre sonó y baje a ver quién era, al abrir, los chicos me saludaron.

──¡Buenos días, profesor Tomioka!── grito Uzui, lleve un dedo a mis labios y hablé en un tono bajo.

──Shh, ___ regreso y está descansando── ellos asintieron y se quitaron los zapatos para caminar sin hacer ruido hasta la sala de estar.

──¿Tan rápido volvió?, ¿No volvería en una semana?── pregunto Sanemi mientras se sentaba al igual que Uzui y Rengoku.

──Bueno, pensé lo mismo── murmuré ──me pareció extraño, su madre le pidió que se quedará más tiempo por la salud de su padre.

──Bueno, si llego antes, paso algo que la hizo sentir mal── comento Sanemi y lo miramos atentamente, cosa que lo hizo fruncir el ceño al tener nuestras miradas fijas en el. ──¿Que? Ahí cosas que ponen mal a una mujer sin que los demás se den cuenta.

──Vaya, sabes mucho amigo── Uzui lo codeó y Sanemi le dio un puñetazo en el hombro.

──Porfavor, tu vives con tres mujeres, deberías saberlo── Uzui solo se rió y lo abrazo para acercarlo ──suéltame, estúpido.

──¿No te dijo porque llegó tan rápido?── mire a Rengoku y negué ──mmm.. deberías preguntarle.

──Eso haré cuando se despierte y este cómoda, no quiero preguntarle y que se ponga mal de repente── el suspiro al igual que yo.

──¿Y nos invitarás algo de beber?── pregunto Uzui, llevándose una mala mirada de Sanemi.

──No hemos venido para beber y comer a gusto, solo es un visita rápida── le respondió a regañadientes y Uzui echo la cabeza para atrás.