Necesito de ti,
de tu suave piel y tu querer,
de tus mañanas y tus presentes,
de todo lo que implica quererte.
Te necesito,
para combatir mi ansiedad,
mis inseguridad y mis defectos.
Quiero de tus manos,
de tu aliento y de tu anhelo.
Te quiero aquí,
para guiar a este cuerpo sin rumbo,
para tener algo para sobrevivir.
Necesito tu voz sonriente,
tu ruidoso cabello y a tus dientes de lata.
Necesito de tu amor y tu canto.
Y no te preocupes,
ya te esperé una vida,
igual te espero otra.
Te quiero aquí, cerquita del mar
y el atardecer,
mientras te posas en mi hombro
y vemos a la luna nacer.
ESTÁS LEYENDO
LATIDOS QUE NO DIJE
PuisiLas palabras que un hombre enamorado escribió para su amada.