〖Hopeless Romantics ✧ Portgas D. Ace〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁵

- ¿Qué le pasa?

Al oír aquella pregunta Hancok miró a Perona y suspiró.

- Dice que en sus sueños le decía "pecas" a su alma gemela, así que esta mirando a todos para ver quién tiene pecas, lleva así desde que llegó.

- Pero nunca he visto a un pecoso. - Perona murmuró y entonces recordó a cierto trío de amigos. - ¿Podrá ser... ?

- Ni le digas, yo ya pensé en alguien, pero es un estúpido y hombre, así que prefiero omitirlo. - Le comentó por lo bajo.

Raven ignoraba por completo la conversación de sus amigas y miraba a cada chico que pasaba por su lado, pero no veía pecas por ningún lado y eso la decepcionada ¿Tal vez su alma gemela no iba a su mismo instituto?

Fue cuestión de segundos para que se agarrara su muñeca al sentirla arder y entonces chocó con un pelinegro logrando que ambos pararan de caminar.

- Te he dicho que empieces a ver por dónde vas... - Un rubio regañó a su amigo y miró a Raven. - Lo siento, Dracule-san.

- No pasa nada. - Le restó importancia y entonces miró con quien había chocado. - Pecas... - Al oír aquel apodo el contrario la miró con sorpresa.

- ¿Qué has dicho... ? - La miró algo tenso.

- Raven, soy Dracule Raven ¿Cuál es tu nombre?

- Portgas D. Ace.

Ace se quedó mirando por la ventana lo que restaba de clases, no podía dejar de pensar en aquella pelinegra con la que había chocado, sabía que la probabilidad de que ella fuera su alma gemela era baja, pero aún así sentía que podía ser ella, después de todo su muñeca había ardido cuando la vio y el hecho de que le hubiera llamado así...

- Maldición...

No quería precipitarse y equivocarse, pero la ansiedad que le estaba provocando esa situación no era normal, aún así había decidido esperar, solo unos sueños más e ir confirmandolo tal vez.

Miró por la ventana y vio como aquella chica llamada Raven hablaba de forma amistosa con un chico peliverde, su corazón se apretó y sintió disgusto, por alguna razón no le gustaba la cercanía que veía entre ambos, pero él no era quién para decir algo o quejarse, con suerte sabía su nombre y ni sabía si ella era su destino o no.

Soltó un suspiro y entonces chocó miradas con la pelinegra que le brindó una amplia sonrisa que lo hizo ruborizarse y desviar la mirada, ella era hermosa...

- Raven... Espero que seas tú.