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a Daintree Ecolodge. Un alojamiento de lujo en la selva tropical Daintree.

Qué mejor para relajarse que llevar a Gulf hasta la madre selva, teniendo en cuenta que le encantaba todo lo relacionado con la naturaleza y todo eso de cosas misteriosas, así que aunque no pudiera darle el misterio, le daría la naturaleza.

Ahora solo tenía que esperar que Gulf llegara a casa para decirle, y teniendo en cuenta que le había escrito que vendría después de almorzar con Mild, aún tenía tiempo.

Se dirigió hacia su habitación en donde inició a empacar su equipaje teniendo en cuenta todo lo que le haría falta en ese lugar, aunque si era sincero, no era como si tuviera que llevar demasiado porque al final iban a un alojamiento.

Se entretuvo empacando todo tranquilamente, aunque no almorzara, porque la verdad era que no tenía hambre alguna.

Estaba terminando casi su equipaje cuando su teléfono recibió la notificación de mensaje, pensando que era Gulf, lo tomó rápidamente para responderle lo que sea que su esposo quisiera comunicarle.

Frunció el ceño ante el mensaje porque era de la compañía de seguridad en donde le comunicaban que tenía que terminar algunos trámites si quería que el servicio se instalara a la hora que había indicado antes.

No tenía tiempo de lidiar con todo ello, así que solo le reenvió el mensaje a su jefe de seguridad para que este se encargara de ello. En ocasiones como esta, agradecía tener personal para poder evitar estas situaciones.

— ¿Por qué haces equipaje? Ya me quieres abandonar —Mew levantó la vista de su teléfono para ver cómo Gulf estaba en la puerta con los brazos cruzados y con la cara deformada en lo que creía era enojo.

—Hasta que la muerte nos separa, cariño —Gulf solo sonrió y se adentró a la habitación, dándole un beso a Mew y ordenando la cama para acostarse en el poco espacio que tenía.

— ¿Y después de la muerte? — Mew dejo el celular en la mesita de noche e inicio nuevamente con su equipaje para poder terminarlo.

—Tú decides —Gulf frunció el ceño y se retorció en la cama para estar en una posición para poder verlo.

— ¿Yo? — Mew solo hizo un sonido de afirmación — ¿Cómo puedo hacer eso? — la sonrisa de Mew fue casi imperceptible, pero la había visto.

—Si no quieres estar conmigo en la próxima vida, será mejor que corras lo más lejos posible de mí y no me permitas conocerte, porque de lo contrario me volveré a enamorar de ti, quizás más fuerte de lo que estoy ahora y sabes lo que eso significa —el doncel fingió pensarlo antes de dar respuesta.

—Supongo a qué te refieres a que no me dejarías ir —Mew asintió nuevamente—. Debes estar muy enamorado de mí, qué doncel tan afortunado soy —. Mew terminó su equipaje y lo bajó de su cama para luego tirarse a la cama y darle besos en la mejía a Gulf.

—Lo confirmo, estoy muy enamorado de ti —Gulf sonrió en grande y se dejó mirar por Mew.

El doncel ahogó risas bajas ante las acciones de Mew, quien estaba muy ocupado buscando los lugares que podrían hacerlo reír.

— ¿Viaje de negocios? —preguntó cuándo Mee dejo de intentar hacerlo reír.

—No, tú y yo iremos hacia la hermosa Australia —Gulf levantó una ceja interrogante ante la información que Mew dijo aun cuando estaba en su cuello dejando suaves besos.

—Mmm, es algo ya decidido, así que no puedo objetar —Mew había logrado colar una de sus manos bajo la camisa de su doncel en donde le estaba dando caricias suaves a su cintura.

Un Suppasit (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora