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Donnie parpadeó, el escozor en sus ojos por la luz a todo volumen de su computadora en su habitación oscura. Miró los números en la esquina de su computadora y se estremeció levemente por lo tarde que era.

Guardó su trabajo antes de apagar su monitor y levantarse de su silla. Bostezó y se estiró escuchando un par de crujidos en sus articulaciones apretadas, pero fue interrumpido cuando su estómago gruñó. Donnie suspiró antes de salir suavemente de su habitación hacia la cocina. Aunque la mayor parte de la guarida estaba oscura por alguna razón, la luz de la cocina estaba encendida, pero se encogió de hombros y caminó hacia el refrigerador.

Al abrirlo y mirar dentro, vio un solitario pedazo de pizza en un plato de papel. Metió la mano y lo agarró, antes de levantarse y cerrar la puerta del frigorífico lo más suavemente que pudo.

Se giró y saltó al ver una figura, pero rápidamente la reconoció como su hermano menor.

“¡Mikey!” Gritó en un susurro, pero su comportamiento se suavizó cuando realmente tomó en cuenta a su hermano pequeño. La tortuga más joven estaba encorvada sobre sí misma con las manos temblorosas y los hombros caídos. Tenía los ojos enrojecidos y como carecía de máscara, Donnie podía ver las huellas de lágrimas que estaban impresas en sus mejillas.

"¿Qué estás haciendo arriba, amigo?" Preguntó Mikey, aunque todas las señales indicaban lo contrario el comportamiento de Mikey era suave y feliz. Sin embargo, Donnie puso los ojos en blanco ante la pregunta.

“Podría preguntarte lo mismo” Se mordió aún tratando de permanecer en silencio, rodeó a su hermano para alcanzar el microondas. Colocando su porción de pizza fría, cerrando la puerta y presionando un botón para que comience. El suave zumbido del microondas llenó la cocina y Donnie se sintió aliviado de la tensión cuando el sonido inundó sus sentidos.

"Vamos, puedes hablar conmigo, lo entiendo".

Donnie se giró para mirar a su hermano, su postura era abierta e invitante. Sería muy fácil simplemente desplomarse en sus brazos, llorar y ser consolado. Podía imaginarse a sí mismo desahogandose y hablando sobre el dolor que sentía y cómo le hacía sentir, sobre cómo le hacía sentir toda esta situación. Pero Donnie también se sintió avergonzado por necesitar consuelo de sus tontos hermanitos, se burló.

“¿Cómo puedes entender?” Fue duro y pudo ver a Mikey retroceder sobre sí mismo. Pero la ira era una emoción poderosa y abrió de golpe la puerta del microondas y agarró el plato de pizza, sin siquiera molestarse en dejar que terminara de calentarse. Se alejó enojado, sin siquiera molestarse en mirar a su hermano herido.

Pero Mikey fue resistente y atravesó los muros que Donnie había construido para sí mismo. La genio tortuga sintió unos brazos rodear su cintura y su cabeza descansar sobre su hombro, se detuvo y tragó saliva.

La ira que había sido tan poderosa y grande, poco a poco se convirtió en dolor. Sintió que el calor que ardía en su cabeza se derretía y se convertía en agua detrás de sus ojos.

Contuvo una lágrima mientras colocaba el plato en la encimera y se giró en el agarre suelto de su hermano para mirarlo. Rápidamente correspondió el abrazo, abrazando con fuerza a su hermano menor y apoyando su barbilla en la cabeza de su hermano.

"Lo siento, Mikey." Se atragantó, deseaba poder explicar cuánto lo sentía. La razón por la que no salía de su laboratorio durante días y días a menos que se lo ordenaran era porque cada habitación de la guarida le recordaba a su padre. Qué cansado, enojado y horrible se sentía constantemente, cuando se sentaba en su laboratorio sentía como si agujas le pincharan la piel y cómo su mente empujaba y tiraba constantemente en todas direcciones. Tratando de encontrar una solución, una forma de detener el dolor, pero nunca la habría.

Y lo que más le dolió fue que se sintió parcialmente aliviado, aliviado de no tener que enfrentarse más a su padre para intentar demostrarle su valía. No tenía que intentar constantemente superarse a sí mismo o a sus hermanos, no tenía que luchar por la atención. Casi se sentía feliz, y eso le hacía sentirse terriblemente culpable.

"Está bien, Donnie". Mikey susurró desde el lugar entre su hombro y cuello, Donnie respiró con un escalofrío.

Sintió que las lágrimas nublaban su visión y un sollozo le atravesaba la garganta, cortándole las vías respiratorias. Intentó tragárselo, pero cuando Mikey lo apretó con más fuerza, la barrera de Donnie se rompió.

Los sollozos sacudieron su cuerpo y apretó a su hermano pequeño, luego, sin previo aviso, las palabras comenzaron a brotar de él.

“E-estoy tan cansado.” Estaba exhausto, su padre... se había ido y su familia estaba desorganizada y en parte era culpa suya. "Lo extraño muchísimo y odio lo jodido que está todo". Gritó, sintió a su hermano frotar suavemente su caparazón.

"Ojalá Leo no se pareciera tanto a él, eso me hace extrañar a sensei y odiar a Leo". La última frase fue suave y audible, era difícil admitir que había algunas partes de sensei que Donnie no pasó por alto.

Pero Mikey se alejó de Donnie y la genio tortuga casi pensó que vería una mirada de enojo o confusión, pero se encontró con los grandes ojos azules de Mikey llenos de amor y consuelo. Lo instaron a seguir adelante.

"Si hubiera podido hablar con él antes de que se fuera o... o demostrarle antes de que...", no pudo terminar "Demostrarle que era lo suficientemente bueno".

Eso hizo que su hermano pareciera confundido y Donnie sintió una pequeña chispa de irritación dentro de él.

“Él siempre me comparó con ustedes, nunca fui lo suficientemente bueno. No pude pelear tan bien como tú o no fui lo suficientemente inteligente para el trabajo y desearía no tener que luchar constantemente por mi lugar en el equipo”. Gritó, las lágrimas en sus ojos disminuyeron lentamente.

“Si hubiera podido demostrarle que era lo suficientemente bueno”, Mikey apoyó la cabeza en su plastrón y Donnie puso sus manos en el caparazón de Mikey, pero siguió hablando, “Que yo también podría haber sido un buen líder. Sería valiente, tendría tacto y estaría lleno de ideas. Y-" miró a su hermano, la tortuga más pequeña mirando hacia arriba desde su lugar en el pecho de Donnie "Y no dejaría que mi familia se desmoronara". Finalmente terminó.

La tortuga de ojos azules se echó hacia atrás y sonrió a Donnie y a ella.

"Serías un gran líder". Las palabras fueron dichas con tal amor y emoción devota que Donnie casi comenzó a llorar de nuevo. Pero se conformó con una suave sonrisa y lentamente se inclinó para juntar sus frentes.

Era algo que solían hacer cuando eran más pequeños, cuando la única mala noticia era que no podían ver la televisión después de la hora de dormir. Pero cuando surgió el tema de Shredder y también el kraang, la vida se volvió más fría y tensa. Cumplieron los roles que necesitaban debido al entorno en el que se encontraban. Así que, al igual que muchas cosas, los toques reconfortantes en la cabeza se desvanecieron y finalmente cesaron.

Donnie levantó la cabeza de la de Mikey y, cuando lo miró a los ojos, sintió que se le quitaba un peso de los hombros. Se secó los ojos por última vez y tomó su plato de pizza nuevamente fría.

"Buenas noches Mikey". Donnie le sonrió por última vez a su hermano pequeño y sintió que el calor se extendía a través de él cuando Mikey respondió con el suyo. La genio tortuga entró en su habitación con pasos suaves y se metió en su cama. Al comer lentamente su pizza, una nueva sensación de satisfacción invadió su cuerpo.

Poco a poco, el cansancio que había estado pesando sobre sus extremidades finalmente fue suficiente para que sus párpados se volvieran pesados. Acurrucándose en la cama y subiéndose las sábanas hasta los hombros, la pequeña pregunta de por qué Mikey estaba despierto cruzó brevemente por su mente. Pero cuando el cansancio venció, la curiosidad se desvaneció y finalmente Donatello empezó a dormir.

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Nota original:
¡Espero que hayas disfrutado! Me encantó escribir este capítulo y planeo analizar en profundidad la relación de Raph y Leo también, así que si tienes alguna sugerencia para esos capítulos, ¡déjame saber!

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