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Cuando Han llegó el domingo en la tarde por mí, yo no había hablado con Lake sobre lo sucedido la noche anterior. Y creía que eso era lo mejor, hasta que Han me estrechó fuertemente ante la noticia del contrato que tuvimos con Bürack, me alzó en el aire y me giró con cariño mientras yo me apoyaba de sus hombros.
—¡Han! —grité entre risas.
—¡Sabía que no me ibas a defraudar! —expresó él con felicidad, mientras me abrazaba.
—¡¿Qué mierda haces, Han?! —exclamó Lake, mirándonos aniquilante.
Han me apoyó de nuevo al piso y yo un poco avergonzada y mareada, me acomodé el cabello y baje la cabeza a mis zapatillas.
El coreano suspiró.
—¿No es obvio? Dulce y yo estábamos celebrando la victoria, incluso la voy a llevar a cenar esta noche, ¿quieres?
Mis ojos se encontraron con los ojos rasgados de Han, quien me sonreía con su cabello alborotado y un gesto suave en el rostro. Instintivamente miré al turco, quien nos fulminaba con la mirada.
—Claro. —acepté mirando de nuevo a Han.
Él sonrió fascinado.
—Genial. Vamos, te daré el resto del día para que te pongas más guapa de lo que ya eres y luego pasaré ha recogerte a eso de las ocho ¿te parece?
—De hecho preferiría que me mandaras la dirección yo llegaré por mis propios medios.
—Pero...
—Yo pasaré por ella, después de todo este triunfo también es gracias a mí. —dijo Lake, acercándose a nosotros con su maleta en la mano.
Lo miré aterrada ante esa idea suya.
—¡No! —solté con brusquedad, logrando que ambos hombres me miraran extrañados. Me aclaré la garganta al notar eso y suspiré —. Quiero decir, no hace falta que se moleste, señor Öztürk, yo llegaré sola. Además, me gustaría pasar la velada a solas con el señor Park y creo que usted también debería pasarla con su novia... o su esposa. —sabia que conmigo no correría, pero si lo haría con Freya y de alguna manera saber eso, me dio un mal sabor de boca.
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Dulce Venen☠ © | (En Proceso)
Random¿Qué pasaría si luego de casarte con un completo desconocido, tienes que mudarte a su país y dejar tu zona de confort? Peor aún, casarte en el día en que sepultaste a tu primer amor, porque el destino les jugó una mala pasada. Charlize Olsen, aceptó...