Kieran Potter es conocida por ser la simple hermana de James, lo que nadie sabe es todo lo que sufrio de pequeña en escuelas muggles. Cuando clasifico en Slytherin, su hermano y muchos otros estudiantes comenzaron a destruirle el autoestima llegando...
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Luego de que les asignaran a su compañero para hacer el trabajo, la clase terminó, Kieran se acercó a su nueva compañera que se apellidaba Wilson («seguro es sangre sucia» pensaba la chica).
Ambas chicas comenzaron a hablar sobre el trabajo para hacerlo y terminarlo lo más rápido posible, acordaron comenzar después del almuerzo, así que ambas se encaminaron al comedor; cuando la Potter menor estaba por ir a su mesa escuchó a la Ravenclaw diciendo que almuerce con ella, así podían hablar sobre el trabajo.
Las dos niñas, enfrentadas, se estaban sirviendo su comida mientras platicaban sobre como hacer el trabajo.
—Oye ¿Te vas a comer todo eso?— cuestiona su compañera de año.
—¿Por qué no? Lo como siempre— responde dudosa Kieran mirando su plato.
—Por eso estás así— habla una chica de 2do año.
—No eres como James, él es flaco— menciona otra persona que escuchaba su conversación.
—No me creo que sean hermanos, él es bonito— menciona otra.
—Yo que tú— le habla su compañera de trabajo en un susurro—, vomitaría todo lo que comiste.
—Bueno, me hartaron, me voy. El proyecto lo dividiremos, yo hago la teoría y tu haz la historia luego los juntamos— posteriormente se levantó de la mesa para volver con Regulus.
Habían pasado tres semanas y media del comienzo de clases, pudo comenzar a entablar una relación de amistad con el joven Black, se ayudaban mutuamente. Ella se metía en problemas por las peleas con su hermano, Regulus hablaba con los profesores así no la castigaban, él se dormía en clases de historia, Kieran le pasaba sus apuntes para que no se atrase. Su relación se basaba en eso, para la chica Potter estaba bien, nunca tuvo un amigo así que disfrutaba de su compañía. La Slytherin era muy confianzuda, si la haces sentir segura, ella actúa como si fueran amigos de toda la vida.
—¿Te cansó la sangre sucia?— cuestiona Regulus.
—No sabes cuanto, ella y sus amigas— responde frustrada—. Me compararon con James.
Severus suelta un gruñido, es de público conocimiento que ambos se llevan muy mal luego de una pelea en su primer año. Kieran se sirvió una porción de tarta de calabaza, pero no pudo comerla, solo jugueteaba con ella. Ambos chicos se dieron cuenta y se enviaron una mirada, esperando a que alguno pregunte. No la conocían hace mucho, pero por lo poco que vieron, ella nunca se puso de esa forma por la comida; ambos sabían que las ravenclaw tenían algo que ver.
—¿Qué otra cosa dijeron?— pudo hablar Regulus.
—Nada. Les he dicho todo— respondió la niña con seguridad fingida.
—Nunca rechazas la comida— continúa el joven Snape— ¿Qué dijeron?
—Me dijeron gorda ¿bueno?— exclamó la chica con enfado— Dijeron que deje de comer sino aumentaría más de peso.
