XIII.

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P.O.V EVELYN TORRINI

-¿Borrachera o ganas? – pregunta mi hermana y suspiro –
- Ganas unidas a la borrachera – respondo y se ríe – en serio Sandra – me quejo y alza las manos –
- Hermana, sabes que eso no esta bien pero una última pregunta – susurra sentándose a mi lado – ¿lo volverías a hacer? – pregunta y me quedo pensando –

Pienso en aquella pelirroja de ojos cafés y hermosa sonrisa, ¿serle infiel otra vez a mi marido? Siento un miedo horrible de sólo pensar que Miguel se enteré, miro a mi hermana y se me cristalizan los ojos, tengo miedo, demasiado miedo diría yo, no sé qué pensar y menos que hacer, no quiero perder a Miguel pero la verdad es que ella me atrajo desde el primer momento y sí, me gustó estar con ella.

-No porque no la volveré a ver – respondo seca y Sandra niega –
- Sabes que cuando algo u alguien está destino a estar en nuestras vidas, tarde o temprano regresa a nosotros y Miguel merece la verdad, aunque duela – responde Sandra y me pongo de pie –

Odio que tenga la razón y más odio pensar que decirle a Miguel sea el principio del fin, amo a mi marido, amo nuestro matrimonio, nuestro hijo es un niño feliz y todo estaba bien entre ambos, pero ella, maldición, me quejo mentalmente y me despido de Sandra, mi hermana me llama y me giro para verla preocupada, frunzo el ceño y rodeo el sofá para sentarme a su lado.

-¿Qué ocurre? – pregunto y se nota insegura –
- Han pasado cosas – responde y me arreglo en el sofá –
- ¿Qué cosas? – pregunto y por fin me mira a la cara, sus ojos se cristalizan –
- Besé a Sonia, sí, la novia de mi ex marido – responde de mala gana y con culpa –
- Hermana – susurro y la abrazo –

Algo que caracteriza a Sandra Torrini, mi hermana, es que ella no es de infidelidades, así que no las causa ni permite que se la causen, por ello lo primero que hizo fue dejar a Alfredo pero ahora veo culpa en su mirada y es porque ella sabe que ante el mundo eso se vería como un contra golpe por el hecho de que él la engañó primero, pero también puedo ver preocupación, si Sandra la besó significa una sola cosa.

-¿Te gusta Sonia? – pregunto y Sandra me mira con un puchero dándome la respuesta –
- Cuando la conocí me impresione y es qué ¿Cómo no? Sonia Stone es hermosa, después la contraté y conocí su lado profesional, es una mujer muy seria, correcta, impresionante, inteligente, ella es increíble y yo estoy mal por ella hermana – susurra y la abrazo otra vez –

Sandra comienza a llorar y esta vez no es por Alfredo, esta vez no es alguna infidelidad de su ex, esta vez es ella muriendo por la persona quizás incorrecta, tal vez no, quien sabe pero la verdad es que ahora mismo puedo entender como se siente mi hermanita y no sé como ayudarla.








**********

Semanas después…

Las semanas han ido pasando y ya casi estamos a final de mes, la relación con Miguel se ha enfriando y en parte por mi culpa, no he sabido llevar lo que hice y la estoy pagando con él, todos los días es una discusión y entendería si un día se cansa de mí, la verdad no sé si estoy buscando eso para no sentir tantas culpas o porque soy una cobarde que no puede hablarle de frente.

En cuanto a mi hermana, siempre hablamos y cada vez le duele más ver a Sonia con Alfredo, la entiendo también me sentiría mal si me llegase a pasar, ahora estamos recorriendo el mercado mientras que Miguel mi hijo mete cualquier cosa al carrito.

-¿Cuándo creció Miguel? – pregunta Sandra burlona y niego –
- No sé pero anda por vino, por favor – pido y mi hermana acepta para darse la vuelta con Miguel e irse –

Estoy buscando un arroz en específico cuando escucho un golpe, veo que es contra mi carrito y cuando voy a reclamar me quedo paralizada, después de semanas donde creí poder dejar atrás a aquella pelirroja ahora está frente a mí, sus labios forman una bonita sonrisa y carraspeo para salir del hechizo que me causa aquella mirada café, miro de nuevo el estante de arroz y ella es quien me saluda.

-¿Te recuerdas de mí? – pregunta ahora y volteo a verla. Me gustaría mentir pero no puedo cuando caigo ante sus ojos –
- Sí, me acuerdo – respondo y asiente –
- Que bueno verte – susurra y me cruzo de brazos mientras mi corazón late furioso después de esas palabras –
- Hermana aquí – dice Sandra – ¡Oh! – susurra y Miguel aparece –
- ¿Mamá listo? – pregunta y asiento –
- Hasta luego – me despido y Miranda asiente –
- Hasta luego Evelyn – susurra y me quedo hipnotizada –

Siento la mano de Sandra en mi hombro y reacciono, suspiro y niego para darme la vuelta e ir hasta caja, Sandra me mira preocupada y niego para ignorar el tema, sé que tiene muchas preguntas pero yo no me siento preparada.

Un rato después pagamos y salimos del mercado, nos acercamos hasta el coche de mi hermana y subimos todo al coche, Miguel se sube atrás y luego nosotras en el piloto y copiloto, nos colocamos los cinturones de seguridad y Sandra enciende el coche, enciendo la radio y va comenzando amargura de Karol g, le subo y Sandra se ríe, quiero silenciar mis demonios y aunque no es la mejor canción para hacerlo, bailando y cantando me olvido un poco del tema.




********

Después de una hora estamos en casa y estoy entre risas cocinando con Sandra, los mellizos están en la sala con Miguel y Miguel Junior, así que mientras tanto Sandra y yo hablamos de todo un poco causando que nos riamos a carcajadas.

-Buenas – dice Miguel y me giro a verlo –
- Cuñado – chilla Sandra – aquí estamos recordando cuando fuimos a la playa que te perdiste – comenta mi hermana y asiento –
- Imposible olvidarlo, Evelyn me abofeteo por perderme – dice y nos reímos – que mal que Alfredo fue un imbécil en engañarte porque eran buenos esos viajes – susurra Miguel y dejo mi copa de vino –
- ¿Tío serías infiel? – pregunta Juan y miro a Sandra –
- Odio a la gente que engaña y traiciona la confianza de su pareja – responde serio – y yo quiero enseñarle a mi hijo que no podemos normalizar la infidelidad por eso aplaudo que Sandra no haya perdonado a Alfredo – dice y carraspeo –
- ¡Papá gané! – chilla Miguel y mi marido sonríe –
- Si me disculpan – dice y se va –
- Hermana – susurra Sandra y niego para dejar el tema ahí –

Algo acabo de entender y es que Miguel no merece que yo le mienta, vi a Miranda y si en ese momento ella me hubiese pedido escaparnos a algún hotel, yo le hubiese dicho que sí y ya eso es infidelidad, más después de acostarme con ella. Miro a Sandra y decido ignorar mi miedo para seguir cocinando, Sandra me sigue y Juan se nos une para terminar de cocinar mientras Alondra esta en la sala con mi marido y mi hijo.


Las horas pasaron y después de cenar, mi hermana y mis sobrinos se despidieron, los acompañé hasta el coche y los mellizos se subieron después de despedirnos, hablo unos minutos con Sandra y con miedo estaba preparada para decirle la verdad a Miguel, ella me pide que la llame para cualquier cosa y acepto, suspiro y me alejo cuando se sube al coche.

Enciende el coche y se va, cuando ya no la veo me doy la vuelta y camino lentamente hasta la casa, entro y cierro con llave, me acerco a la sala y veo a Miguel bajar las escaleras, le pido hablar y asiente para acercarse, se sienta conmigo en el sofá y agarro sus manos, juego con ellas y recuerdo que amaba sus manos.

-¿Qué ocurre amor? – pregunta Miguel y alzo la cara –
- Que necesito pedirte perdón – susurro y me mira confuso – hace semanas cuando salí con mi hermana a la discoteca, sucedió algo – digo y Miguel aleja sus manos –
- ¿Qué sucedió? – pregunta y resoplo – ¡Evelyn! – se queja y cierro los ojos buscando la fuerza que necesito –
- Me acosté con una mujer – respondo de golpe y abro los ojos, Miguel se levanta de golpe y me mira impactado –
- ¿Me fuiste infiel? – pregunta con la voz ronca y asiento – ¡Oh Dios! – susurra y se sienta de nuevo –
- Perdón – susurro y niega –
- No puedo Evelyn, yo te di toda mi confianza y sí, tal vez no seré el mejor marido pero te di todo de mí Evelyn Torrini Palma y no me lo merezco – responde con la voz rasposa y corre para subir las escaleras –

Me levanto del sofá y comienzo a llorar, me siento de nuevo y me acuesto en posición fetal, estoy perdiendo a mi familia y no es como si que habláramos de cualquier discusión, es infidelidad y Miguel tiene razón, no lo merece, ni él ni yo, lloro mientras recuerdo a aquella pelirroja y también mientras mi matrimonio pasa por mi mente, esto duele y duele mucho, lloro hasta quedarme dormida.

La amante de mi marido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora