PRIAN

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Cuando regresé a mi apartamento, iba con lágrimas secas en mis mejillas

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Cuando regresé a mi apartamento, iba con lágrimas secas en mis mejillas. Había esperado un par de horas sentada en una banca del parque más cercano que había encontrado, y cuando descubrí mi apartamento vacío, entonces comprendí que había una verdadera brecha significante en lo que yo sentía por Claudia y lo que ella podría dejar de sentir solo para ser feliz. En el fondo, sabía que ella era la verdadera Claudia que había conocido, una mujer fría, de hielo, dispuesta a cambiar lo más preciado por estar bien consigo misma.

Mis piernas no soportaron más y me desplomé en medio de la habitación. Las llaves que mantenía en mis manos también cayeron hasta el suelo, dejando en el aire un pequeño ruido metálico seguido por una canción a lo lejos. "Simplemente amigos" de Ana Gabriel se reproducía en una radio de algún local, y como si el mensaje fuera con claro destino a mí, comprendí que ante todo y todos, yo solo sería la fiel amiga de Claudia, pues no podríamos ser otra cosa ya que estaríamos mal.

Amanecí abrazada a mi almohada, a diferencia de que esta vez no estaban los ojos de Claudia chocando directamente con los míos. Y a primera hora, cuando el periódico llegó a mis manos, me enteré de que se había comprometido con Lorenzo, el hombre que la había engañado y que al final, gracias a él, nos habíamos entregado. Se había comprometido con el hombre que no la merecía y que jamás fue motivo de alguna de sus sonrisas, pero que al final la desposaría. Duré un par de días tirada en la cama, ni siquiera había tomado sol. No quería comer, solo existir en ese pequeño espacio en la habitación, donde por meses nos habíamos amado.

Pero en una de esas tantas mañanas, presenté mi renuncia por un tiempo indefinido. Conocía a Claudia, mi Claudia, y sabía que por ninguna razón la haría cambiar de opinión. Lo mejor era irme. ¿Pero por qué yo? Pues porque al parecer yo era la única de las dos que realmente amaba.

Pasaron los meses y por fin mi renuncia se formalizó. Dolía el corazón como nunca, pero yo no era la que tenía que salir a buscarla, porque yo en ningún momento la había dejado de amar, y porque yo en ningún momento la había apartado de mi vida. Cerré la habitación y entregué las llaves en el lobby y huí del DF, huí por amor, cuando por amor y esfuerzo había llegado hasta ahí. Si tan solo me hubiera buscado, si tan solo una carta hubiera llegado a mi buzón, las cosas hubieran sido diferentes. La diferencia fue que la que llegó era donde me había dicho que se casó, y aunque me había imaginado vestida de novia a su lado, al final, a quien le dio el sí fue a Lorenzo, no a quien realmente la había amado.

Pasaron cinco años desde aquel adiós. La vida se había complicado, pero si había salido de mi pueblo y había logrado todo lo que me había propuesto, podía lograr más de lo que había soñado. La comunidad LGBT se había levantado, comenzaba a marchar por las calles del país, alzando sus banderas por todas partes, y aunque todas las veces que protestaron pararon en la cárcel, nunca hice nada para ayudarlos. Tal vez de eso me protegía Claudia, y vaya que tenía miedo. Pues era verdad, tal vez nuestro mundo aún era muy cerrado para aceptarnos, y ahí fue cuando tuve que ocultar lo que realmente era para poder vivir, para ser feliz a costa de mi propia felicidad. Y aunque arriesgué todo, al final, conocí al verdadero amor de mi vida, uno frágil y tierno, uno del cual estaba segura que no me cambiaría por alguien más: había nacido mi hija, Diana.

Todo era felicidad, y estaba dispuesta a perdonar.




El próximo episodio será el ultimo y el más largo, espero dar un buen cierre a esta historia ❤️, también haré un extra con escenas+18, asi que comenten si quieren que lo haga...❤️

Y si les gustan los BL, estaré próximo a subir una historia mejor y bien escrita, así que síganme ... ❤️

Ig: cano_x0

EL ARTE DE GOBERNARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora