Capítulo 1.

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—¿Obito?—. Preguntó Yuri mirando la cama vacía.

Era temprano en la mañana, y lo primero que hacía era llevarle desayuno a Obito, frunció su ceño y se acercó a la ventana corriendo la cortina y abriendo dejando que el aire fresco entrara, escuchó un ruido de algo quebrandose en el baño, se preocupó y corrió hasta este tomando el pomo de la puerta.

—¿Obito estas bien? ¿Puedo entrar?— Su ceño fruncido y acercándose a la puerta para escuchar.

Unos sollozos aceleró su corazón y eso la llevó a abrir la puerta, su mirada pasó por aquel lugar, el espejo quebrado, unas piezas guindando y su mirada bajo al suelo, encontrando  aquel joven pelinegro en el suelo con pedazos de vidrio a su alrededor, estaba vestido, y sollozaba, un nudo se formó en su garganta teniendo una idea de lo que ocurría.

—Vete—. Susurro el Uchiha con voz temblorosa y ronca.

Ella tragó con dificultad y se inclinó abrazándolo. Obito se sorprendió, y luego cerró sus ojos sollozando.

—Soy un monstruo, mi cuerpo, mi rostro...—. Se atragantó con las lágrimas, y la chica contuvo sus lágrimas abrazándolo con cuidado.

—No es así, estas herido, y además, eso no cambia el hecho de que sigues siendo la misma persona, eres Obito Uchiha, las heridas van a sanar pero debes seguir siendo fuerte— 

El Uchiha se tranquilizó luego de un largo silencio, respiró profundo y el dulce aroma de aquella chica que tanto lo ayudaba lo calmó. 

—Estas feas heridas serán cicatrices, ¿cierto?— Le pregunto separándola de su cuerpo para mirarla a los ojos.

Ella suspiró y se levantó para ayudarlo a él y guiarlo hasta la cama, Obito se apoyó en ella y caminó con lentitud hasta acostarse.

Yuri buscó todo lo necesario y tomó la mano de aquel chico curando sus heridas de la mano.

—En Konoha hay mejores ninjas médicos que aquí, no debes preocuparte por las cicatrices, estoy segura que eso lo quitarán con facilidad si eso es lo que te preocupa, yo te veo igual de apuesto— Se calló de inmediato y su rostro se sonrojó.

Obito observó el rostro rojo de aquella jovencita, ¿Ella se sentía atraído hacia él?, una parte de él sintió algo en su pecho. Pero por su mente pasó una joven castaña de pelo corto y la leve sonrisa en su rostro se borró.

Amaba a Rin, y se había prometido a sí mismo vivir por ella y por protegerla. Su futuro ya estaba planeado, él se casaría con Rin y lucharía por convertirse en Hokage.

Aún así miro  aquella chica de pelo largo negro frente a él, y le sonrió con cariño, ella lo había cuidado mucho, y se lo agradecía, sería una buena amiga para él. 

—Gracias por todo—. Le dijo luego del largo silencio, la pelinegra lo miró y le sonrió con su corazón acelerado.

...

El tiempo pasaba con rapidez, las estaciones cambiaban, Obito iba mejorando cada vez más, aún se le dificultaba caminar con normalidad, pero ya podía hacerlo sin ayuda, sonrió al ver a la pelinegra entrar con rapidez.

—¿Estas listo?— Preguntó curiosa, mirandolo con aquella ropa diferente, este asintió y miró la habitación de aquel hospital improvisado.

Obito se había dado cuenta que aquella aldea era muy pobre, aún así lo había cuidado bien, y no le había hecho falta nada, sabía que Yuri había hecho demasiados esfuerzos por él, incluso le había conseguido un hogar provisional para él, mientras mejoraba totalmente para volver a Konoha.

—Te vez diferente— Comentó Yuri sonriendo, el asintió con una sonrisa.

Se había arreglado un poco más, ya que hoy Yuri celebraba su cumpleaños, era su segundo año en esa aldea, y Yuri ahora cumplía diecisiete años, su primer año había estado inconsciente, por lo que era el primer cumpleaños de ella que podía celebrarlo. 

REGRESA A MI  [OBITO UCHIHA X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora