REGRESA A MI [OBITO UCHIHA X OC]

Capítulo 2.

Los meses transcurrían con mucha rapidez, la jovencita se había encariñado mucho con Obito, lo admiraba, y le parecía demasiado apuesto. Los días la pasaban juntos, Obito había curado lo suficiente como para poder hacer misiones que no implicaran salir del país.

La pelinegra miraba a Obito cocinar, ella quiso ayudarlo pero él se negó, la chica siempre era la que cocinaba y está vez Obito quería sorprenderla, ambos aunque no vivían juntos prácticamente lo hacían porque la jovencita se la pasaba todo el día junto con Obito ayudándolo o acompañándolo, ya que ambos disfrutaban la compañía del otro.

—Listo— Dijo el Uchiha girándose con ambos platos y colocándolos en la mesa.

Yuri lo miró sonriendo y se enfocó en el platillo, parecía delicioso.

—Vaya, luce bien— Confesó contenta —¿Ya le habías preparado algo a alguien?— Preguntó con curiosidad. 

—Espero que esté bien— Dijo nervioso Obito, frunció sus labios pensando y luego negó con su cabeza —En realidad eres a la primera persona que le cocino, espero no decepcionarte— 

La jovencita amplió su sonrisa y negó, su corazón se aceleró, cada día que pasaba con Obito más profundos se volvían sus sentimientos. Tomó sus palillos y comió, sus ojos brillaron y Obito sintio su pecho inflarse con orgullo.

—Está delicioso— Comentó ella disfrutando su comida.

—No comas tan rápido o podría hacerte mal— Le aconsejo el pelinegro comenzando a comer, su ceño se frunció, no le parecía tan deliciosa su comida, incluso sentía que faltaba sal.

Pensó que Yuri no quería hacerlo sentir mal, pero aún así agradeció que a ella le gustara su comida.

...

—Obito—

—Mm, ya duérmete— 

Lo jovencita soltó una risa baja, se giró y observó el perfil del chico. No era la primera vez que se quedaba a dormir con el Uchiha, no era que tuvieran sexo o algo similar, solo tenían una buena amistad y confianza, aunque a la peli negra le gustaría ser más que amigos, aún así, nunca había confesado sus sentimientos. 

—¿Cuando partiremos a Konoha?, en la revisión de ayer, todo parece estar bien con tu avance, puedes caminar por días—

Obito abrió sus ojos y también se giró, ambos se miraban, la luz de la luna entraba por la ventana, la dejaban abierta para que entrara el viento, los días en el país del rayo solían ser calientes. 

—Estaba pensando en que podríamos ir luego de tu cumpleaños— propuso Obito mirándola.

El largo cabello de la jovencita caía con suavidad, a Obito le pareció hermosa esa noche, sus ojos eran preciosos y sus labios se veían apetecibles, trago con dificultad.

Yuri observó como el Uchiha la miraba, era la primera vez que veía algo de atención por parte del joven, sus mejillas tomaron color y de pronto fue consciente de la situación, ambos estaban en una cama, era de noche y solo se escuchaban sus respiraciones tranquilas, a pesar de que Obito era un chico, no le tenía miedo, algo que no era común en ella, a lo largo de su vida, muchos hombres la habían herido, faltándole el respeto con palabras o intentando sobrepasarse, pero confiaba en Obito.

—Faltan seis meses para eso, ¿Estas seguro?, pensé que querías volver lo más pronto posible a Konoha—

Obito suspiró y cerró sus ojos, si, quería volver y ver a sus amigos, a Minato, Kakashi y sobre todo a Rin, pero esos últimos meses junto a la pelinegra se sentía como un sueño, le gustaba esa comodidad que ella le brindaba, y sabía que una vez en Konoha, tendría que distanciarse, no se vería bien que pasara tanto tiempo con ella mucho menos que ella pase en su hogar todo el tiempo y menos dormir juntos tal como lo hacían ahora, no estaría bien para su reputación si quería casarse con Rin.

—Es lo mejor, así te preparas y poco a poco te despides de todos aquí— 

—Tienes razón, pero me gustaría conocer pronto Konoha, trato de imaginar todo lo que me has contado pero gustaría verlo en la realidad, ¿crees que le caiga bien a Kakashi?, por lo que me has dicho suena como una persona seria— Murmuro ella con un poco de preocupación.

Obito soltó una risa baja y asintió.

—Pero aún así le caerás bien, y también a Minato sensei y su esposa Kushina— 

—Ya quiero conocerlos— Dijo sonriendo.

Obito observó aquella sonrisa, le pareció preciosa, su mano se elevó y acarició aquella mejilla suave, Yuri se quedó quieta sorprendida, no dijo nada para no romper el momento, Obito la miró a los ojos y luego se acercó rosando sus labios con los de ella.

Era el primer para ambos.

Ninguno sabía que hacer, simplemente actuaron por instinto, sus labios pedían ser acariciados por los de el otro, y así lo hicieron, el beso fue torpe pero tierno, ambos se separaron y se miraron a los ojos.

—Lo siento— Murmuró el Uchiha.

—Me gustó, q-quiero decir, no debes disculparte— Le dijo ella sonriendo apenada.

Ambos guardaron silencio, Obito tomó la mano de la chica sintiendo lo delgada y pequeña que era, se sentía frágil, la llevo cerca de su pecho y cerró sus ojos durmiendo.

Yuri lo miro en silencio, lo amaba, ahora estaba más que claro para ella.

...

El esperado día había llegado, ambos jóvenes ahora con dieciocho años estaban listos para partir a su futuro hogar que sería Konoha, los dos miraron desde la entrada aquella aldea que los acogió, a Obito por tres años y a Yuri por muchos más.

—¿Estas segura de querer ir a Konoha?— Preguntó Obito mirándola.

Ella asintió y se acercó dejando un beso rápido en sus labios. Obito se sonrojó un poco por esa acción, desde la primera vez que se besaron habían comenzado una especie de relación, nunca lo dijeron en palabras, pero si se besaban y compartían su tiempo como si de pareja se tratase.

Obito sabía que una vez que llegaran a Konoha tenía que terminar aquella especie de relación, no sabía cómo lo haría, solo esperaba que pudieran conservar su amistad, tal vez incluso ella le ayudara con Rin, sabía que Yuri tenía buen corazón y comprendería.

—¿Vamos?— Preguntó la chica cargando su mochila, Obito cargó la suya y sonrió asintiendo.

Tenían varios días de camino, Obito se sentía nervioso, deseaba ver las reacciones de sus amigos y también encontrase con esas personas que amaba.

Yuri también se sentía nerviosa, pero sabía que si estaba en compañía de Obito no estaría sola.