CUATRO

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Estar sentado en aquel sofá que parecía más caro que su vida, lo hacía sentir totalmente abrumado. Tenía miedo de tocar algo y romperlo, pero aún más miedo tenía de cagarla frente al cantante que había pedido su presencia. No sabía qué demonios hacía en aquel lugar, pero sin duda no quería fastidiar aquella increíble oportunidad.

Le escribió un mensaje a sus padres, diciéndoles que llegaría tarde a casa, para que no se preocuparan en caso de que se alargara de más el encuentro.

"Papá, llegaré tarde, hay mucha gente y tendré para un rato, si no, me iré a casa de Jimin a dormir, os voy informando"

Guardó su teléfono en el bolsillo y casi instantes después se abrió la puerta, mostrando una figura, la de Taehyung. Este sonrió al ver a Jungkook.

— Has venido... — Pronunció feliz.

— Si me lo pedías tú, por supuesto que vendría.

El rubio cerró la puerta detrás de él para acercarse a Jeon.

— Lo siento si esta petición ha sido muy repentina, es que me resultó agradable la conversación que tuvimos.

— No hay problema, estoy agradecido por ello.

El cantante se ofreció a llevarlo a cenar luego de una corta conversación, a Jeon le costó aceptar debido a que no quería molestar, pero finalmente lo hizo. Taehyung se dio una ducha y se cambió en el baño privado que tenía el camerino.

Cuando salió, le extendió una chaqueta negra.

— Deberías ponértela si no quieres estar en todos los medios mañana.

Agarró la chaqueta y se la puso, junto a la capucha.

Jungkook estaba al lado del segurata, cuando salieron los fans empezaron a gritar al ver al rubio, los flashes empezaron a aparecer. El pelinegro al ir detrás veía a Taehyung saludar con las manos a la gente. Había visto muchos vídeos de ese estilo, en el que el mayor saludaba a lo lejos, pero ahora estaba a escasos metros de aquella escena y no como un fan.

Era increíble lo mucho que Taehyung provocaba solo con levantar una mano.

Se sentía pequeño, nadie al lado del cantante más famoso entre las adolescentes. Estaba hecho una bolita sobre su propio cuerpo, aferrado a la prenda de ropa, que era lo único que lo protegía y olía a Kim.

Siempre se preguntó a qué olería el cantante y ahora no perdería la oportunidad de comprobarlo, menos si tenía una prenda del chico puesta en él mismo.

Entró al coche con rapidez, allí ya se encontraba Kim. Se quitó la capucha y se dirigieron rumbo a un lugar desconocido para Jungkook.

Sabía que irse con un desconocido era muy mala idea, pero se trataba de Kim Taehyung y jamás lo rechazaría. La cena fue en una especie de sala privada, de comida coreana. Jeon, al ver los precios desorbitados de la comida, se asustó, no tenía dinero para pagar eso, así que procuró pedir lo mínimo y lo más barato que hubiera, incluso el agua era caro.

— ¿A qué te dedicas? — Preguntó el chico rubio.

— Pronto comenzaré la universidad, en la facultad de historia y geografía. Trabajo en un restaurante para ganar algo de dinero, poder ayudar a mis padres con la casa y darme mis caprichos.

— ¿Geografía e historia? Suena aburrido.

— Suelen decírmelo.

Taehyung estaba muy atento a lo que Jungkook le explicaba, aunque el mismo pelinegro no lo notaba debido a que trataba de no cruzar mirada con el rubio. El cantante se sentía muy atraído a Jeon, incluso le había dicho que quería repetir aquel beso horas atrás, algo que pensó que el menor no tomó en cuenta, ya que pensaba que lo decía por halagar. No obstante, Kim lo decía muy en serio, si no fuera porque quería repetir aquello y llevarlo a más, probablemente no habría invitado a Jungkook, por muy amable que fuese.

04. GIVE ME SECRETLYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora