Un paso es suficiente

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Capitulo I. Pagina XIII

Izuku se levantó de su cama, dirigiéndose a la ventana de su habitación, las cortinas cerradas, las abrió. La luz invadió cada rincón de esa pequeña habitación, causando que la mercancía de All Might pareciera iluminarse. Izuku observó el exterior, habían edificios, personas, autos; logró regresar a casa, pero había algo que debía hacer.

Corriendo hacia otra habitación, a gran velocidad abrió la puerta de golpe, sin embargo no había nadie -Madre- Izuku iba a llorar, pues no encontró a su querida madre en su habitación, pero un olor delicioso se hizo presente en la nariz del peliverde. Corrió hacia la fuente de ese olor, cada vez más cerca, si bien, la casa de Izuku no era enorme, si no, un apartamento pequeño, en este momento se sentía enorme; cuando llegó a la cocina pudo verla, la mujer que lo crío, que lo amó incondicionalmente, estaba cocinando con una sonrisa hasta que se percató de su presencia.

-Oh, hola Izu, ya casi está el desayuno. ¿Puedes poner la me...- Fue interrumpida por un fuerte abrazo de parte de Izuku, estaba a punto de reprochar pero sintió húmedo el cuello, las lágrimas de Izuku desbordaban de felicidad, al fin se pudo reencontrar con su madre-. Izuku... ¿Eres tú?- preguntó sorprendida, si bien es rara la pregunta que le hizo, cuando la vasija estaba en el cuerpo de Izuku, Inko no sentía que estaba con su hijo, sentía que era alguien más. Una madre conoce a su hijo. Ahora con ese abrazo, se sintió como si le devolvieran algo que le había sido arrancado de ella, se sintió feliz y no pudo evitar soltar lágrimas-. Mi bebé, has vuelto.

Un rato estuvieron abrazados, pero tuvieron que separarse por el olor de la comida iniciando su carbonización. Una vez ya servida la comida empezaron a hablar.

-Dime Izu, ¿recuerdas todo?- preguntó preocupada, la razón de su accidente era un misterio todavía y necesitaba resolverlo para sentirse más tranquila.

-Si... Excepto después de... Caer- respondió susurrando casi lo último por la dificultad que le presentaba hablar de ello.

-Es normal, el doctor dijo que cuando regresará tu memoria se iba a sobreponer a los recuerdos que formabas después de recuperar la consciencia- explicó sorprendiendo a Izuku de que hubiera una excusa de su desaparición-. Es como si alguien más estuviera en tu lugar antes de que recuperaras tu memoria, al recuperarla, eliminas lo anterior...

Convenientemente útil, Izuku miró su mano pensando en la vasija, si en verdad habría desaparecido.

-Termina de comer Izu, o llegarás tarde a la escuela- comentó con una sonrisa.

Escuela, lo había olvidado, quería ser un héroe, pero no sabía lo que ha hecho la vasija en su lugar, dado lo que él ha pasado, no lo culparía si hubiera renunciado a su sueño por él, para descansar.

-¿Donde queda mi escuela?- preguntó algo decaído.

-Te llevaré, solo debo decir que vas a una... "Excursión" para aprender más.

Y así fue, al terminar el desayuno, Izuku fue por sus cosas y comprobó si podía usar el alma; sorprendentemente si podía, entonces sonrió y se fue con su madre de camino a la preparatoria.

-¿Cuánto falta?- preguntó algo nervioso.

-No mucho, cielo. Antes de que se me olvide, ten esto- dijo mientras le daba el permiso a Izuku; él confundido observó el permiso curioso.

-¿Permiso para visitar la U.S.J?- preguntó para sí mismo mientras que su madre le daba una sonrisa-. ¿¡Entrenamiento de rescate!?- cada vez más sorprendido estaba, los entrenamientos de rescate se daban en cursos de héroes así que no sabía exactamente qué sucedió, a menos que...- ¡El logo! U...A, e-estoy en U.A- susurró extremadamente feliz, la vasija continuó su sueño, logró hacer que entrara a la U.A por él, ahora el solo debía esforzarse por continuar.

El Caballero BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora