Vijf

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Sergio despertó en la lujosa habitación de Max, sintiéndose desorientado por un momento

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Sergio despertó en la lujosa habitación de Max, sintiéndose desorientado por un momento. Fue entonces cuando un mayordomo familiar se acercó a él.

– ah, joven amo, me alegro de verlo despierto. El señor Verstappen tuvo que atender unos asuntos urgentes, pero me pidió que cuidara de usted en su
ausencia – le informó el mayordomo con una leve reverencia.

Sergio parpadeó, procesando la información. Max no estaba aquí, lo que significaba que tenía el día libre.

Y que mejor que descansar en su hogar.

– entiendo. Agradezco su atención, pero creo que prefiero retirarme a mi propio departamento para descansar. ¿Sería tan amable de ayudarme a salir? – solicitó Sergio, tratando de sonar lo más sereno posible.

El sirviente asintió con comprensión.

– por supuesto, joven amo. Permítame acompañarlo y asegurarme de que llegue a salvo a su residencia.

Cuando Sergio entró a su departamento, se sorprendió al encontrar al alfa que lo había estado cortejando en el pasado

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Cuando Sergio entró a su departamento, se sorprendió al encontrar al alfa que lo había estado cortejando en el pasado. Parado en medio de su sala.

– Mark...

– hola Checo...

– ¿Qué haces aquí? – preguntó Sergio, retrocediendo instintivamente ante la presencia del alfa – ¿Como entraste?

El austriaco levantó las manos en un gesto conciliador, notando la reacción asustada del omega.

– tranquilo, Sergio, no voy a hacerte daño. Aún conservo la llave que me diste – mojó sus labios con la lengua – sé lo que estás pasando con Max Verstappen y quería ofrecerte mi ayuda para escapar de él – explicó el alfa con seriedad.

Sergio escuchó con atención la propuesta del alfa, pero su expresión era de profunda preocupación.

– ¿Escapar de Max? ¿Acaso te has vuelto loco? – exclamó, sacudiendo la cabeza – Nadie puede escapar de él ¡Tiene a toda la ciudad en la palma de su mano!

– lo sé, sé que Max es poderoso, pero no es invencible. Tengo un plan que podría funcionar si trabajamos juntos – insistió, acercándose un poco más tomando su mano.

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