Trapped In Your Heart (JinTae) [+18]

11. Heat

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Eran alrededor de las 6 am. Hacía mucho frío afuera de la cabaña, tanto que las ramas de los árboles parecían congeladas por el hielo que colgaba de sus ramas. La temperatura rondaba los 8 grados bajo cero y creaba un aspecto tan gélido y desolado que no daban ganas de salir a su encuentro.

Aunque dentro de la abrigadora casita, la historia era distinta. Los vidrios estaban empañados por el calor que emanaban de dos cuerpos.

Jin sostenía bajo su cuerpo la tierna anatomía de su doncel, mientras deslizaba una cálida lengua por su cuello. Las manos del rubio recorrían y acariciaban con gusto la espalda del castaño y sus uñas raspaban sus carnes dejando marcas rojizas en ella.

Ambos estaban solo con ropa interior, ni siquiera recordaban en qué momento la ropa comenzó a estorbar y se encontraba esparcida por el dormitorio y la cama, tal vez fue la noche anterior o quizás fue durante la mañana, pero sin duda alguna sentían que no tenían suficiente de ambos.

Una intrépida mano se fue colando en el bóxer de Taehyung, atrapando su miembro de manera lenta. El gemido que este soltó de manera ronca hizo que Jin se estremeciera de placer y que su piel se erizara y suavemente comenzó a masajearlo, logrando que más gemidos y suspiros abandonaran los labios del rubio.

Seokjin creía que había vivido lo suficiente como para recorrer una buena cantidad de países en sus vacaciones. Conoció mil lugares e incontables personas y aún así jamás en toda su experiencia había visto algo más hermoso que Taehyung. La miel en sus expresivos ojos que ahora estaban oscurecidos por la lujuria, su piel suave, tan suave que parecía de seda la cual ya manifestaba pequeñas perlas de sudor, sus labios rojos e hinchados adornados por ese bonito lunar que lo volvía loco. No. Sin ninguna duda ese doncel de apariencia angelical, casi perfecta, era lo más hermoso que alguna vez vio e imagino y quien ahora se retorcía de placer bajo su toque.

Precioso.

Y aún a pesar de toda su experiencia y de todas las pieles que alguna vez tocó, se sentía insuficiente y novato. Porque este chico lo estaba haciendo delirar con solo verlo. La sola imagen que el rubio proyectaba lo estaba volviendo loco excitación, como si volviera a ser un adolescente hormonal.

Al verlo así, tan expuesto, tan entregado, tan suyo, no pudo hacer más que volver a tomar sus labios y saborear con su lengua su dulce nectar.

—Ji-nnie... Yo... Yo quiero... —Taehyung hablaba entrecortadamente y es que jamás creyó que estaría viviendo una situación así. Si le hubieran preguntado hace dos semanas que estaría disfrutando de los belfos carnosos y suavecitos del hombre más guapo que había visto en toda vida hasta se habría reído. Eso era imposible, impensado por mil razones que tampoco quería ponerse a divagar. Porque no solo su cuerpo estaba disfrutando del toque de Jin, también su mente y su corazón se sentían satisfechos y dispuestos y eso provocó que sus ojos se aguaran.