Trapped In Your Heart (JinTae) [+18]

17. Truth

🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Y el tiempo se detuvo. Sencillamente se congeló. O al menos así lo sintió Seokjin al ver los ojos de miel de Taehyung.

Más de tres meses estuvo sin poder comunicarse con su doncel, sin poder verlo, sin poder besarlo, sin hacerlo suyo. Y cada maldito minuto fue una tortura.

Intentó muchas formas de poder establecer contacto con él y cuando finalmente logró que Jeon Jungkook, su investigador privado y mejor amigo, viajara hasta las montañas para visitarlo, él ya no estaba ahí.

Al principio creyó que había sido algo de unos días, tal vez había bajado al pueblo o fue a visitar a su familia, pero el tiempo pasaba y el doncel simple y llanamente no volvía.

El pánico se empezaba a apoderar de él y las noches sin poder dormir se volvieron una costumbre. Tampoco sentía apetito, si no que se forzaba a probar bocado durante el día para no llamar la atención y cuando ya estaba perdiendo las esperanzas y las fuerzas, de repente, lo veía ahí, a unos pocos pasos, tan precioso o incluso más de lo que recordaba.

Lentamente fue acercándose hasta donde estaba el rubio, quién parecía molesto y su rostro expresaba frialdad.

Cuando Taehyung quería girarse para alejarse de ahí, Seokjin era más rápido y caía de rodillas al suelo, atrapando con él las piernas del doncel, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello, tal vez porque para Jin así era.

--¡Seokjin! --le gritaba asombrado Taehyung, pero el mayor no lo podía oír. Su llanto era tan fuerte por el alivio y la tristeza por todos los días que había estado sin él, que sus oídos se taparon. --Jin, por favor. Suéltame. --pedía, sin éxito.

Jin, luego de unos minutos reaccionaba y sus ojos recorrían lenta y atentamente los del contrario.

--No puedo creerlo... que estés aquí, no sabes cuánto te he buscado. --decía el castaño, pero el rubio no entendía nada.

El chico nunca más volvió a saber de Jin. Esperó y esperó hasta que la tristeza se volvió angustia y la angustia, rabia e impotencia. Lo esperó hasta que ya no tenía más lágrimas para derramar y su corazón se fue secando. Y ahora lo volvía a ver, besando a una rubia hermosa y despampanante como si nada, como sí la historia que habían compartido en las montañas nevadas hubiera sido insignificante.

--Ponte de pie, por favor. Me estás avergonzando. --rogaba el rubio.

--Solo si prometes que no te irás. Que no huirás-

--¡Yo no fui el que huyó!. Yo me quedé y esperé lo suficiente. Ya no tengo ganas de esperar --exclamaba cortarte.

--Taehyung, por favor, tienes que escucharme --le suplicaba, sabiendo que lo vio besar a Irene hace unos momentos. --No es lo que-